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La primera vez que Angie intentó expresar sus sentimientos hacia Brisa, no fue bien.

Ya no recordaba que había intentado, pero era otro más de sus gestos que había usado con la mayor, nada que fuera especial del todo.

Y Angie aceptaba que quizás no era muy clara, porque regalar flores, los "Be", unir su nariz con la frente de la mayor, y demás, eran cosas que ya hacia y que adentro de todo, Brisa estaba acostumbrada a recibir. Así que debía hacer un gesto especial.

—Brisa, "Be"— Dijo, mientras corría en pasitos apresurados detrás de ella, estaban en el parque, con Camila, quien se mantenía un poco separada para ver su interacción.

—¿Otro más, An?— Preguntaba Brisa, y a la chica de cabello rubio le daba gracia que se hiciera la difícil, si a ella también le encantaba.

—Be, Be.

—Bueno, un Be.— Dijo, deteniendo su paso, mirándola a los ojos, Angie asintió y juntó sus labios con los de Brisa, dejando que la mayor moviera sus finos labios a gusto, y empujándose a mas contacto.

Al separarse sonrieron, y Angie agitó sus manos con emoción, antes de salir corriendo por el parque.

Sin querer golpeó a una niña de unos catorce años, quien le gritó una grosería, pero Angi estaba en su mundo como para escuchar, y al ver que la niña iba a ir hacia ella y se arremangaba su abrigo apretando sus manos en puños, Brisa fue hacia ella, tomándola del brazo.

—Disculpa, no lo hizo a propósito, tiene autismo, no entiende del todo.

—Oh, es retardada.— Dijo la chica con total naturalidad.

Brisa se molestó por qué la llamaran de esa manera.

—No, solo tiene un par de problemas, como todos.

—Si, acabas de decir que esta mal de la cabeza.— Dijo la chica.

—No, no dije eso.— Respondió, molesta.

Odiaba con todo su ser que trataran a Angie de ese modo.

Ella era maravillosa, era muy inteligente, era buena persona, era la persona mas buena del mundo, sin maldad en su cuerpo, nunca en su vida se había peleado con alguien, y no molestaba no buscaba peleas nunca.

Ella estaba en su mundo y era completamente inofensiva, estaba indefensa ante los demás y siempre la apartaban, y ella no se lo merecía, porque era una chica excelente.

—Bri, ¿Qué pasa?— Preguntó Camila, al verla tan tensa, su mirada pasó de la castaña hacia la joven.

Brisa negó y soltó el brazo de la chica, murmurando un "Nada" y la niña se fue por su lado, lejos de Angie, mientras la castaña mordía su labio con rabia contenida.

Camila no pudo lograr que cambiara la cara, ni siquiera que hablara al respecto, o que se descargara de algún modo, no importó cuantas tácticas psicológicas aplicara.

Lo único que la hizo reaccionar fue cuando Angie se acercó a ella y como de costumbre, había juntado flores para regalárselas, la castaña ni siquiera las había agarrado puesto que fue directo abrazarla.

Angie le tenia muchísima confianza así que la dejó, pero estuvo sorprendida dos segundos completos hasta abrazarla de vuelta y escondiendo su rostro en el hombro de Brisa.

—Eres perfecta tal y como eres, no escuches a los demás que no pueden verte como te mereces, no les hagas caso, Angie, y te quiero muchísimo sin importar nada de lo que digan o de lo que te pase, recuerda eso siempre, ¿Bien?— Murmuró Brisa contra su oído, a lo que Angie asintió por puro reflejo, pero no creía haber entendido del todo.

Sarang (BRANGIE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora