Día 7: Almas gemelas

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Los humanos además de adquirir un don especial a los 4 años, nacían con marcas de nacimiento muy parecidas a los tatuajes, estas marcas se decían que eran un indicador de tu alma gemela. Los científicos no sabían que significaba, pero muchas parejas mencionaban que cuando conocían a alguien y tenían conexión muy fuerte estas marcas comenzaban a brillar y como si fuese tinta se marcaban aún más. Otros decían que con el tiempo esas marcas desaparecían.

Bakugo nunca creyó eso, sus padres si tenían esas marcas y nunca se habían desvanecido, pero él no creía nada de esas estupideces. Estaba en secundaria cuando escucho que todas las chicas estaban vueltas locas por esa tonta marca. Ninguno de sus compañeros de salón había visto nunca que les brillara esa marca. Bakugo tenía la suya en la en el pliegue de su muñeca, era una marca bastante extraña un circulo con varios piquitos solo la mitad pareciendo un sol mal dibujado.

—Son estupideces—Dijo a uno de sus amigos cuando escucho que había conocido a una chica bonita hacía poco y que no brillo su marca.

—Es que yo quería que fuera ella—Dijo su amigo casi llorando cuando se lo conto.

Los tres amigos caminaban por el centro de la ciudad rumbo a una tienda de videojuegos, había bastante gente cuando choco con alguien, una chica de cabellos castaños, su cabello llegaba más allá de la mitad de su espalda. Ella iba a toda prisa corriendo con su uniforme escolar, que ni siquiera le pidió perdón por haber chocado con él.

Le iba a decir algo cuando vio algo raro en su mano, su marca brillaba, extrañamente tenía un brillo rosado y se había intensificado un poco, ligeramente, pero cuando la chica desapareció de su rango de visión esta dejo de emitir luz. No entendía porque, guardo su mano en su bolcillo para que sus amigos no la vieran no quería seguir escuchando estupideces de eso. Jamás volvió a ver a esa chica, era una ciudad grande y no se iba a poner a buscar.

Cuando entro a la UA, su marca tampoco brillo, hasta el festival deportivo. El pelearía con Uraraka Ochako, la amiga de Deku, ella estaba determinada a patearle el trasero, pero la diferencia de poder era mucha que termino perdiendo la castaña.

Él no la consintieron una chica frágil, pero en medio de la pelea su mano brillo, no entendía por qué y no sabía por qué, pero vio casualmente que debajo de la muñequera de la castaña había un ligero brillo. Eso lo hizo dudar un poco que Uraraka estuvo a punto de atacarlo. La batalla la gano él, pero esa inquietud le dejo.

Después de que Uraraka saliese de la enfermería fue al lugar de descanso. Se encerró para hablar por teléfono con alguien, Bakugo espero tras la puerta a que terminara esa llamada y cuando salió simplemente la jalo por la muñeca.

—¿Qué haces? Ganaste—Dijo un poco asustada Uraraka. Pero el no dijo nada—Bakugo suéltame.

Bakugo le quito la muñequera y vio que tenía la misma marca que él, un sol mal dibujado, en ese momento no brillo, pero se le hizo bastante raro que era la misma marca que la de él.

—¿Qué esto? —Pregunto la mochi—Todos la tienen ¿No?

—Yo no—Bakugo menciono molesto para después irse.

Bakugo pensó que eso era una estupidez, pero era demasiada casualidad que esa chica que apenas conocía tuviese la misma marca y que en medio de la pelea estuviese brillando.

Su relación no mejoro, era una competencia entre ellos dos siempre después del evento deportivo, por todo competían, a él le gustaba eso, vivía y respiraba competencia y esa chica era la única de todo el salón que le seguía los pasos. Fue bastante agotador su vida con ella porque siempre estaban interesados en competir.

Kacchako Week 2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora