one-shot [Acelu]

Infierno 2/2

Capítulo Dos: Desaparición

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Más tarde esa noche
12:01

Ace se secó el sudor de la frente y tiró la pala. Marco, uno de sus buenos amigos, miró en su dirección antes de dejar su propia pala. Se dio cuenta de que Ace había estado bastante enojado y callado durante las últimas cinco horas y estaba empezando a preocuparse un poco. "¿Estás bien?"

"Simplemente melocotón", respondió amargamente, arrojando sus guantes y alcanzando su bolso.

"Mira, si necesitas a alguien para cubrir tu turno de noche, háznoslo saber. Sabemos por lo que estás pasando". Ace asintió.

"Sí", fue todo lo que dijo antes de irse. "Nos vemos mañana." Marco negó con la cabeza y agarró su pala de nuevo.

"Ese chico va a terminar trabajando hasta la muerte".

Ace caminó rápidamente en dirección a la universidad, todavía molesto por el comentario anterior de Luffy. Estaba fuera de lugar, y Luffy lo sabía. "No lo dijo en serio", se dijo a sí mismo en voz baja. "Todos decimos cosas que no queremos decir cuando estamos enojados". La universidad apareció a la vista y Ace suspiró. "Espero que todavía no esté demasiado enojado... Debería disculparme con él. ¿Y cuándo dejará de llover?" Miró al cielo gris antes de llegar a las escaleras de la universidad, solo para verlas vacías. "¿Luffy? Oye, ¿dónde estás?" Escuchó pero no recibió respuesta. Sacó su teléfono y marcó el número de Luffy. Se paró bajo la lluvia torrencial hasta que escuchó sonar el teléfono de su hermano. Miró al suelo cerca de él y en un charco de agua de lluvia estaba el teléfono de Luffy. Lo recogió y se lo guardó en el bolsillo. "Mierda, espero que esté bien". Echó a correr hacia su casa, el pánico creciendo dentro de él. "Es mejor que ese idiota no haya intentado caminar solo a casa". Quedan dos millas. Ace pareció esforzarse por correr aún más rápido y pronto se encontró en la puerta de su casa. Casi derriba la puerta cuando la abrió de golpe, arrojando su bolso al suelo. "¡Luffy! ¡Luffy, estás en casa!" Nada. Sin respuesta, sin ronquidos, sin comer bocadillos. Nada. Corrió escaleras arriba a los dormitorios y abrió las puertas. "¿Lu?" Revisó el baño y la sala de trabajo. "¿Tu aquí?" Revisó la sala de estar, la cocina y el almacén. "¡Luffy! ¡Por favor, respóndeme!" Comprobó el patio trasero vacío. Nada. El miedo y el pánico aumentaban constantemente y Ace pensó que podría hiperventilar. "B-Respira, Ace. Solo... solo respira.

"¿Hola?"

"¡Marco! ¿Luffy apareció cuando me fui?"

"No, no lo hizo. Espera, déjame preguntarle a los demás". Ace podía escuchar a Marco preguntar en el fondo y en un momento incluso escuchó la voz de Barbablanca. "Lo siento, Ace. Nadie lo vio. ¿Por qué, está desaparecido?"

"¡Sí! ¿Qué debo hacer? ¿Debo presentar un informe de personas desaparecidas? ¿Debería esperar a ver si regresa a casa? Dejó su teléfono en la universidad, ¿quizás alguien lo secuestró? ¿Qué debo-" De repente, notó una carta sentado en la mesa de la cocina. "Me tengo que ir." Colgó el teléfono y lo dejó en el sofá. No había ningún correo allí cuando se fueron. ¿Quizás Luffy volvió a casa? Encendió la lámpara de la cocina y recogió lentamente la carta. Miró el sobre. Todo lo que decía era: Dirigida al Sr. Portgas D. Ace, hermano mayor de Monkey D. Luffy. Lo abrió y sacó la carta.

Desde el primer día, sin que tú lo supieras, te amé con todo mi corazón.

A medida que crecí, te admiraba a ti y a nadie más.Sí, peleamos muchas veces pero ustedes me apoyarony alentaron en todo lo que hice.Eras mi mejor amigo y mi héroe.En la noche extraño el sonido de tu música,extraño que te subieras por la ventana cuando llegabas tarde.Extraño nuestras discusiones sin sentido y todos nuestros combates de lucha solo para pasar el tiempo.Me gusta recordar nuestros momentos juntos, los buenos y los malos.Lamento las veces que te grité cuando solo intentabas ayudar,pero sabes que solo lo hice porque me lo hiciste a mí.Quería hacer todo lo que hiciste, ¡porque quería ser SOLO como tú!Extraño tu sonrisa, y extraño la forma en que nuestra habitación olía a tu colonia.Pero sobre todo echo de menos tus abrazos tranquilizadores y tus besos juguetones.Desearía poder regresar y decirte cómo me sentí, decirte que realmente te necesito sin importar lo que dije.Me quedé con tu camiseta favorita y la uso horas extras. Te extraño, como lo hacía cuando era pequeña.Siempre te amaré sin importar el tiempo que haya pasado, desde el día en que tu vida llegó a su fin.Extraño a mi hermano mayor.