Prólogo

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Un par de años después de lo ocurrido en los acontecimientos del virus Mercer, tras la muerte de Alex Mercer, en la zona de la catástrofe algunos investigadores lograron extraer muestras de sangre de los restos del cuerpo de Alex Mercer.

Meses después

En otra parte del mundo, mas especifico en Japón, se puede ver en las oscuras noches que la noche presenta a un tipo que pareciera que estuviera volando( mas que todo cayendo con estilo) inspeccionar las diferentes calles de algunos barrios y edificaciones, a lo lejos se puede ver un grupo de maleantes de poca monta con armas robando a un grupo de mujeres, uno o dos estaban tiradas en el piso con un hoyo en su cráneo y las demás asustadas de los que le podrían pasar.

Maleante1: Muy bien señoritas o me dan todo lo que tienen o sufrirán las mismas consecuencias que sus amigas.

Se podría ver el miedo infundido en los ojos de las pobres victimas, sin un segundo mas las mujeres tirarian todas sus pertenencias.

Mujer1: Aquí tienen todo, tómenlo -mientras soltaba una que otra lagrima- y por favor déjenos ir, no queremos morir, tenemos familias a quien cuidar.

Una vez tomado los objetos de valor, los delincuentes iban a dar media vuelta como si no hubiera pasado nada dejando a sus victimas junto a los dos cadáveres a sus costados, sin embargo uno de los delincuentes comento algo deteniendo su marcha.

Maleante2: Oigan ya que estamos aquí, porque no nos divertimos un poco -poniendo una cara perversa-, no hay nadie a nuestro alrededor y dudo que alguien pueda oír sus suplicas.

Maleante3: Ahora que lo mencionas tienes razón, hace tiempo que no me divierto con algunas chicas a disposición.

Estos 3 habían dado media vuelta hacia sus victimas, las chicas al escuchar y ver a sus atacantes regresar hacia ellos empezaron a temblar nuevamente.

Mujer1: Que quieren, ya les hemos dado todo lo que teníamos.

Mujer2: Porfavor déjenos ir, ya no queremos tener mas problemas.

Maleante1: Ohh no se preocupen ternuras, les aseguro que esto les gustara mas a ustedes que a nosotros.

Acto seguido uno le empezó a desgarrar las ropa que traía puesta la primera mujer, mientras que los otros dos sujetaban a las otra victima.

Mujer2: Suéltame maldito, quítame las manos de encima (todo esto lo decía mientras intentaba forcejear para impedir)

Durante este acto el delincuente la daría un golpe con la empuñadura para tranquilizarla.

Maleante1: Ya cállate de una vez maldita perra o te dejare igual que tus otras dos amigas.

-esto le decía mientras le apuntaba a la cabeza y con la otra empezaba a quitarle la vestimenta. Ahora si viene la mejor parte, "decía mientras empezaba a lamerla como un animal."

Mientras eso pasaba ninguno se daba cuenta que en su alrededor los faros de los postes empezaban a parpadear, lo único que pudieron presenciar fue que pasaba un sombra a sus alrededores pensando que era sombra de una ave, pero al mirar arriba no vieron nada.

Acto seguido lo que presenciaron fue el grito de dolor y agonía del primer maleante que estaba apunto de violar a la mujer, con un brazo cercenado y tirado a su costado, se podía ver como su brazo amputado empezaba a chorrear sangre, lo que mancho un poco a la chica semi-desnuda, esto hizo que la otra mujer lograra zafarse del agarre de los otros dos maleantes.

Abrazando a las mujer semi-desnuda, la otra chica le cubriría para que nada mas pasase, todo esto mientras que el tipo agonizaba por el inmenso que le provocaba el corte un su brazo, cuando los otros dos reaccionaron para ayudarlo, apenas dieron un paso, lo ultimo que vieron fue a su amigo al revés, pero no era él sino ellos que estaban así ya que tenían las cabezas en el suelo.

Un Prototipo PromedioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora