𝐄𝐱𝐭𝐫𝐚 𝐈

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Un años después.

Un año había pasado, un año desde el día en que un cachito de amor entre ese testarudo demonio y yo había nacido y estaba muy feliz, mi pequeña diablita estaba que cumpliendo un añito, y en ese mismo día íbamos a saber si sería mitad demonio y mitad humana, o en tales casos raros, una demonio pura.

Cuando escuche decir a mi queridísimo esposo que había una posibilidad de que mi bebé naciera con dones sobre naturales me alegre, por qué vamos, que padre no desea ver a su hija crecer y crecer sin algún miedo de que un día una enfermedad la arrebate de sus brazos, esa emoción se instalo en mi pecho y ahora espero ansioso el saber si mi bebé será como su padre o heredará algo también mío, aún que vamos, mi pequeña JangMin era hermosa, obvio lo saco a mi, yo soy hermoso y ella hermosa uff no esperaba menos.

Las horas pasaron y se dieron las 3:30 a.m, la hora del señor oscuro, mi diablito mayor se levantó y fue por nuestra hija, al cargarla noto algo inusual en ella, algo que solo los demonios pueden distinguir y era un olor como a madera quemada y azufre, un olor que caracteriza a los demonios, y en eso mi pequeña se remueve en sus brazos despertando de su tranquilo sueño.

Volteando a mi, ví algo que jamás pensé presenciar, mi bebé, mi pequeña y dulce bebita tenía los ojos azules como hielo, sus hermosos ojos color miel desaparecieron y en ellos se hicieron presentes aquellos azules, unos ojos realmente bellos, eran hermosos y mi bebé se veía hermosa.

— es...- no pude hablar por qué mi voz se entre cortó.

— si mi pastelito, es una demonio pura- dijo Jungkook con total orgullo, pero claro si la bebé era mitad humana y mitad demonio o simplemente humana estaría orgulloso de su hija, siempre lo estaría.

— ay mi bebé, gracias señor oscuro, gracias- y si podrían no estar a favor de que alabe al señor oscuro pero es que vamos, la solo idea de que un día su hija parta de ese mundo lo atormentaba hasta ese día- te vez más linda mi amor, mi pequeña Jang.

Y así fue como la pequeña heredera de los Jeon, fue presentada al señor oscuro, no como una ofrenda si no como una más de sus fieles demonios poderosos.

10 años después.

Ya 10 años desde que mi pequeña nació, y vaya que han pasado muy rápido, parece que fue ayer que la tuve por primera vez en mis brazos, dándole leche y jugando con ella, hoy es toda una señorita, mi bebé a crecido al igual que yo, ya no tengo esos 27 años, ahora tengo 37 y el tiempo está cobrando factura del tiempo que a pasado, cada vez que veo a mi familia veo que no hay nada que quiera cambiar, no me arrepiento de nada hasta ahora, y si en algún momento dije que quisiera cambiar algo me retracto de todo aquello, por qué sin mis decisiones y acciones jamás hubiera llegado aquí, por qué, puedo decir libre mente que estoy feliz, y lo empecé a estar ese 24 de julio, ese mes y ese día me tienen felices, por qué fue el día que tomo una decisión demaciado loca pero realmente no me arrepiento.

Un crujido me saca de mis pensamientos y limpio mis lágrimas que no me di cuenta que caían, hasta que tuve enfrente a las personas de mi existir.

— mamá no vas a creer lo que pasó hoy...- se detuvo al mirarme- mamá que paso? Te pasa algo?- pregunto mi pequeña JangMin preocupada.

— nada mi cielo, solo que recordé algunas cositas y me pusieron sensible- bese su frente y la abrace- te quiero mi diablita- dije en un susurro y abrazándola más fuerte.

— pastelito, ya estoy aquí- entro kook a la sala y se unió al abrazo- cómo estás mi vida?- pregunto dando un beso en mi cien.

— estoy bien diablillo, y ustedes dos como están?- dije, dejando otro par de besos a los dueños de mi corazón.

𝐒𝐚𝐥𝐭 𝐂𝐢𝐫𝐜𝐥𝐞  (KᴏᴏᴋV)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora