Dazai, Profesor de Héroes

C.8

Los alumnos de 1"A" se encontraban en una sala de espera junto a su maestro sustituto amordazado, pues el hablar civilizadamente no servía de nada optarían por algo más fuerte, secciones con un especialista en psicología.

──Dazai Osamu, puede pasar ──anunció el psicólogo entrando nuevamente al consultorio.

El alumno Iida tomo a su maestro para después cargarlo como un sacó de papas mientras trataba de zafarse.

──¡Esto es considerado traición  y rebeldía! ──grito a sus alumnos obteniendo  una mirada de "no me importa" departe de ellos.

Al entrar al consultorio lo pusieron en un sillón como si se tratará de un objeto mal acomodado, el psicólogo solo miro con extraña a su paciente y sus dos acompañantes, Deku e Iida.

──Bueno, tengo entendido que está aquí por tratar de suicidarse cada que se le da la oportunidad ──leyó el informe para después levantar su mirada obteniendo un movimiento de cabeza, los dos alumnos decían que sí. ──Podría no se, tal vez decirme el porque desea morir.

Dazai lo miro de arriba a abajo para después poner una expresión de "quien te crees" y voltear la mirada dando a entender que no respondería ni a un que el mundo se estuviera acabando.

El psicólogo tomó un bocado de aire para después soltarlo, volvió a mirar el informé, tal vez podría encontrar algo útil que podría serle de ayuda.

──Si me dice el porque prometo conseguirle una bella mujer y que lo ame al igual que quiera cometer suicidó colectivo con usted.

Dazai lo miró mordiendo su labio inferior tratando de aguantarse el decir todo, pues eso era chantaje usando sus propios gustos y metas en su contra, como pudo se resignó a tal ofrecimiento, si el quería suicidarse con una belleza de mujer y que lo amara (lo más importante) sería porque la busco por su cuenta y no por un chantaje de un psicólogo de quinta.

El psicólogo lo miró un momento más esperando una respuesta del castaño pero no obtuvo nada.

──¿Tienes familiares? ──preguntó pero a un así no tuvo respuesta.

El psicólogo estaba perdiendo su paciencia, nunca había tratado con alguien como el, que se resignara a recibir ayuda.

──¿No desearías vivir en este mundo?

──¡NO! ──el grito de negación fue la primera y única respuesta que iba obtener de su parte.