Dazai, Profesor de Héroes

C.9

LO SUCEDIDO ANTERIORMENTE ya fue superado, o al menos para los alumnos el castaño estaba molestó con sus alumnos, llevarlo a un psicólogo por tener sus propios gustos totalmente normales (raros) ya era otro nivel.

──Sensei no entiendo esto puede explicarme ──hablo Mina en busca de ayuda de su maestro.

──No ayudo a traidores. ──Fue lo único que le dijo.

Al menos ya era un avance si le hablo a uno de los alumnos, (si asemos la excepción de Mineta).

[...]

EL CASTAÑO MIRABA SU plato de comida y unos frascos de pastillas de dudosa procedencia en un costado; se encontraba en la azotea, iba tratar de cometer un suicidó después de haber pasado dos semanas bajo vigilancia de sus alumnos y esta vez pudo escapar de ellos.

Preparado mentalmente (a un que no es necesario) toma uno de los frascos para despertarlo y dejar caer las pastillas en el tazón de ramen que estaba frente suyo, y así hizo lo mismo con los otros siete frascos, cada uno de diferentes nombres, Paracetamol, Naproxeno, para el corazón, y cualquier otras que se puedan imaginar, incluso para calmar la ansiedad.

Una vez vaciado el último frasco tomo el tazón y los palillos listo para devorar aquel plató mortal, se diría exageración si dijéramos que ya se está imagino el cómo llegaría al más haya.

Ya listo con brillos en los ojos iba comerse esos fideos con pastillas enredadas entre ellos.....La puerta fue bruscamente abierta golpeando la espalda del castaño asiendo que se le cayera su solución de no vivir por más tiempo.

──L-lo siento...N-no era mi intención ──murmuro un chico con voz quebrada.

El castaño ni atención le puso aquel chico ni a su dolor de espalda, el único dolor y tormento que sentía era ver su plato de comida suicida tirada en el piso como si fuera basura.

──El final de mi tormento...Esta tirada como basura  ──chillo el castaño sin dejar de ver el plato.

El chico penoso no sabía que hacer en esta situación, antes simplemente le decían que no había problema, o que estaba bien que fue un accidente, pero el castaño lo ignoraba y no sabía que más hacer para disculparse nuevamente.