Capitulo 3.

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Capítulo 3: ¿Te quieres morir, verdad?

Bajé las escaleras con mi bolso. Respiré hondo mientras veía a Marie esperándome. Sus ojos se entrecerraron mientras me escrutaba.

-¿Sigues mal por ya sabes quien? -me inquirió.

La verdad es que Noah era mi mayor problema siempre. Pero en estos momentos claramente no lo era. 

Negué con la cabeza. La tomé de la mano y la llevé a un costado. Comencé a desabotonar mis dos primeros botones y le mostré lo que me estaba volviendo loca en estos momentos.

Sus ojos se abrieron en consternación. Su mirada fue a la mía mientras me volvía a abotonar mientras miraba y rogaba que Zack no esté dando vueltas.

-¡Joder lo encontraste! -chilló.

Tapé su boca ruidosa.

-¿Te has vuelto loca? -espeté liberando sus labios-. Y no... Él me encontró a mí -abrí la puerta de salida.

Mis palabras se fueron desvaneciendo cuando mis ojos se clavaron en sus orbes verdes. Mi cuerpo tembló mientras que mi corazón se alteraba de forma que no sabía si me tendrían que mandar a emergencias. En unos segundos hice un escaneo completo.

Su cabello rubio estaba peinado hacia el costado con inclinación hacia atrás. Mis ojos recorrieron su rostro con facciones hermosas. Desde sus ojos calándome con una mirada inteligible, hasta sus labios llenos rodeados de una pequeña capa de barba. Su cuerpo estaba enfundado en unos pantalones negros una camisa blanca y cárdigan negro. Ahogué el deseo de morder mi labio desviando la mirada.

 Ahogué el deseo de morder mi labio desviando la mirada

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-Noah -escuché la voz de Zack a mis espaldas.

Mis ojos fueron a mi hermano y no pude evitar chocar la mirada con el rubio de ojos celestes que tenía al lado. Este me sondeó y me sonrió. 

-Así que volviste de España -escuché que le decía Noah pasando por al lado mío.

Un golpe en mi costado hizo que vea a Marie, quien alzaba las cejas.

Negué con la cabeza.

Ella puso los ojos en blanco.

-Si nos disculpan llegamos tarde -dijo mi amiga.

-¡Hasta luego, gatita! -dijo Brent mirándome con una sonrisa divertida. 

Tragué fuerte mientras mis ojos iban al otro rubio quien me miraba con sus ojos negros "¡Carajo!" Tomé a Marie del brazo mientras ella abría un portal hasta nuestra casa en el campus.

Todavía sentía sus ojos negros en mi nuca cuando cruzamos. Noah tenía la peculiaridad de que cuando sus emociones cambiaban sus ojos también lo hacían. Cuando él estaba bien su color natural, verdes, estaban en ellos. Cuando se enojaba se tornaban grises. Pero cuando estaba... celoso se ponían negros y eso pasaba cuando Brent me hablaba o se me acercaba.

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