BURBUJAS DE AMOR

• Capitulo 1 •

-¿Aún recuerdas como comenzó esto?- pregunto un hermoso rubio mientras se subía al regazo de su pareja.

-Como olvidarlo, si fue la mejor decisión que pude haber tomado en mi vida, la única de la que más he estado seguro de quererla y la única que me ha marcado de la mejor manera posible- sonrió el azabache mientras acariciaba la espalda desnuda de su novio.

-Mmm... ¿En serio?- sonrió coqueto el rubio.

-En serio.

-Demuestralo- lo reto Jimin mientras comenzaba a besar su cuello.

Tomándolo de la cintura, Jungkook les dió la vuelta en la cama, quedando él encima de Jimin, comenzando a besarlo lentamente.

-Hare algo mejor- susurro sobre sus labios- Te demostré cuánto ame, amo y amare esa decisión.

Sonriendose en complicidad, entre caricias, besos apasionados y vaivenes que los hacían delirar a los dos, recordaron cómo inicio todo.

Recordaron el inicio de su pequeña burbuja de amor.

14 de Febrero, 2013

Un joven azabache de 16 años, se encontraba recorriendo los pasillos de su escuela con paso un tanto indeciso, dirigiéndose a la cafetería. Sus manos temblaban y sudaban ligeramente, su corazón palpitaba con tal fuerza que podría jurar que se saldría de su pecho en cualquier momento.

En su mochila yacía uno de los motivos por lo cuales se encontraba nervioso, en esta llevaba una cajita con un collar de cuarzo rosa que sabía que le encantaría a la otra razón de sus nervios.

Park Jimin.

Por qué este no sería un regalo cualquiera tan solo por ser San Valentín, este regalo traería un antes y un después para la amistad de estos dos chicos, porque lo que complementaria el regalo sería la declaración de amor por parte de Jungkook.

No era un amor pasajero, no era un sentimiento que se iría de la noche a la mañana y eso Jungkook lo sabía muy bien, pues al pasar de los años este se intensificaba más y más, y cada día era más difícil de ocultar

Ni siquiera sabía en qué momento paso, no sabía en que momento aquel rubio que conoció cuando tenian cinco años, empezó a robarle suspiros y hacer latir con rapidez su corazón.

En qué momento aquel chico de mejillas regordetas y ojos miel le había hecho anhelar tenerlo entre sus brazos y protegerlo de todo.

En qué momento le había hecho soñar con besar aquellos labios rojos y pomposos hasta que a ambos les faltará el oxígeno.

En qué momento le hizo querer crear una burbuja en la que solo estuvieran ellos dos, adorandose sin nadie más alrededor.

Joder, lo que le hacía sentir Park Jimin era totalmente abrumador, y eso Jungkook lo disfrutaba.

Por eso, no podía reprimirse más, necesitaba decirle todo lo que sentía pese a que la respuesta que le diera Jimin no fuera la esperada.

Llegó a la puerta de la cafetería y viendo a través de la pequeña ventanita que tenía está, lo diviso en una mesa rodeado de su grupo de amigos. Vestía una camisa blanca de seda con unos jeans rasgados del mismo color, su cabello iba ligeramente rizado y si Jungkook no sé equivocaba, lo veía un poco maquillado ya que sus labios brillaban más que de costumbre.

Era como ver un ángel.

Tomando una gran bocanada de aire, el azabache entro dirigiéndose a la mesa del rubio.

Por cada paso que daba sus piernas temblaban más y más, empezando a temer por la escena que se avecinaba.

Su cabeza no dejaba de pensar en que el rubio era demasiado para él, no dejaba de pensar que tal vez Jimin merecía algo mejor, porque si, Jungkook siempre había tenido la idea de que Jimin era demasiado bueno para este mundo.