Capítulo VI

2 0 0
                                    


Estoy llegando a palacio, después de haber soltado a Ámbar en su establo, le eché heno, y le rellené su bebedero.

-Buenos días Louise

-Buenos días princesa

Voy hacia mi habitación para cambiarme, hoy hace un día caluroso, así que me doy una ducha, y me pongo un top de tirantas blanco con rayas negras, unos pantalones de pata de elefante, unos pendientes de estrellas doradas, y las gafas del sol, con un bolso blanco de Yves Saint Laurent, y unos tacones negros de punta con un lazo dorado en ella.

He llegado a la puerta del comedor, y veo a mi padre hablando con Filip, el padre de Arnold.

-Buenos días a todos

-Buenos días Carolina, dicen al unísono

Cuando voy a sentarme en mi sitio Arnold viene rápidamente, y se sienta a mi lado opuesto.

-Buenos días Arnold

-Buenos días princesa

De nuevo vuelvo a sentir esa sensación al oír decir ese apodo, de pronto tengo mucho calor, mi corazón va a mil y mi cuerpo está totalmente flojo, si me levanto me caigo.

Veo que se ha cambiado, lleva puesto un traje azul eléctrico, con una corbata roja.

Es demasiado guapo, dice mi subconsciente

Se ha afeitado, la pequeña y disimulada barba de ayer, ya no está, no hay rastro de ella.

-¿qué tal el paseo a caballo princesa?

-La verdad que no ha estado nada mal, pero hoy me he encontrado a una niña pequeña en el mirador, era bastante bella, la he llevado de vuelta a su casa, era una casa bastante pequeña y era de madera , la chica tenía dos hermanos, un bebé y el otro era mayor que ella, los tres tenían el pelo castaño y los ojos grises, su madre era pelirroja con los ojos azules.

Alysa trae el desayuno, son dulces y tostadas, lo trae todo en un carrito de plata, también en el carrito hay tres cafés y dos zumos, los cafés son para los tres hombres que hay en la sala, es decir, Arnold, Filip y mi padre, y los zumos para mi hermana y para mí, ya que a mí no me gusta el café

-Buenos días Ela, ¿hoy no has salido con Zafiro?, le pregunto a mi hermana

-Bueno tenía ganas de ir contigo, me dice entusiasmada

-Ah bueno pues voy a terminar unas cosas y luego vamos, te parece bien

-Si perfecto, estaré en los jardines, búscame cuando termines.

-Vale ahora nos vemos, me despido ya que he terminado de desayunar y me dirijo hacia la sala para aclarar unos asuntos con mi padre, me imagino que serán cosas sobre Arnold y su reinado.

Me preparo para salir con mi hermana, la veo a lo lejos, lleva la fusta y su casco en la mano, también en el brazo lleva colgando una cesta con rojas y riquísimas manzanas.

Nos dirigimos hacia los establos, a lo lejos veo una chica más o menos de mi edad, me quedo un poco confusa, cuando estoy cerca de ella le pregunto:

-Ey! ¿qué haces aquí?

-Hola, soy la infanta Catalina, hermana del príncipe Arnold

-Ah, encantada de conocerte, yo soy Carolina

-Si, he oído hablar bastante de ti por aquí

Cuando terminamos de hablar le digo que escoja un caballo, el que ella quiera, escoge al pequeño Ónix, negro como la piedra preciosa, sus crines largas con un tacto que parece seda, su galope es veloz, sientes que solo estas tu y el pequeño caballo, que, aunque diga pequeño, es por su edad, ya que el caballo es bastante grande.

Salimos las tres con nuestros caballos, mi hermana con Zafiro, Catalina con Ónix, y yo con mi preciosa yegua Ámbar.

Vamos camino de palacio, hemos cepillado y limpiado los caballos, Veo a Arnold saliendo del castillo, va hablando por teléfono, lo veo un poco ocupado, pero se acerca a mí, me coge de la cintura y me da un cálido beso en los labios, me quedo petrificada, ya que me lo ha dado en público, pero se ha sentido bastante bien.

Cuando me veo en el espejo de la entrada, veo que estoy con las mejillas sonrosadas, por ese dulce beso. Voy hacia mi habitación para prepararme para la cena.

Hoy me he arreglado un poco más, un vestido verde de terciopelo corto, con mangas a los lados, y cuello recto a la altura del pecho. Un anillo dorado con mi inicial de diamantes y un diamante en su lado opuesto, una pequeña diadema de rubís de diferentes colores.

Estan todos sentado en la gran mesa del comedor, con una alegre sonrisa en sus caras y con compas de champán en las manos, hablando con los Novoa, cuando los sirvientes traen la cena en unas bandejas de plata, da comienzo por fin la cena.

Me acerco a Arnold, se ve un poco estresado, pienso que es por el trabajo y por todo lo que conlleva este.

-Buenas noches princesa

-Buenas noches Arnold

Durante un rato estuvimos hablando y ya cuando trajeron el postre me puse a charlar con mi hermana, ya que apenas había estado con ella.

-Ela te parece si luego vamos al salón de juegos y jugamos a algo, le pregunto a mi hermana

-Vale, eso suena genial, me cambio y ahora voy para allá.

-Te espero allí, luego vienes  

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 12, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

La Elegida ¿por la mafia o por el trono?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora