Mary estaba harta de no encontrar a quien de veras la quisiera, ella quería a su príncipe azúl, el amor de su vida, su historia de amor.
Ella había visto a sus amigas enamorarse, presenció la historia de Dorcas y Marlene desde el primer capítulo, igual con la de Lily y James, pero estaba harta de ser la espectadora y no la protagonista.
Desde pequeña había soñado con ser la princesa a la que rescataban. Cuando creció se dio cuenta que no quería ser rescatada, ella podía rescatarse sola, pero eso no quitaba que quisiera a su compañero de aventuras que la amara y diera la vida por ella.
En cuarto año ella se hizo cercana a Sirius, comenzó a coquetearle en quinto, él le gustaba mucho, estaba enamorada, realmente enamorada.
Compartían muchísimas experiencias juntos, risas y llantos, momentos buenos y malos, Mary sentía que su amor crecía, y sentía que Sirius la correspondía.
—Bailemos —Había dicho Sirius con una sonrisa tierna cuando empezó a sonar un vals en su tocadiscos.
Mary le tomó la mano con una sonrisita de enamorada y comenzaron a bailar el vals. Sirius marcaba los pasos con paciencia y Mcdonald lo seguía lentamente para no pisarlo.
Terminaron dando vueltas y riendo, fue mágico, fue como un cuento de hadas, uno donde la princesa terminaba casada con el príncipe.
Sirius hacía que Mary se sintiera su compañera de aventuras, su mejor amiga, su mundo. La hacía sentir especial. Amada.
El amor es peligroso, alguien lo debe haber dicho. Marlene una vez había comentado que sería maravilloso tener un manual de como enamorarse sin salir herido, Mary sabía que el paso número uno sería "No enamorarse de tu mejor amigo".
Fue una tarde de sexto año, bajo la hermosa luz del sol en la orilla del lago negro que Sirius pronunció las palabras que cambiarían todo dentro de su amiga.
—Mary, yo, uh... —balbuceó Black mirando a su amiga. —Tengo algo que decirte...
La cara de Mary se iluminó, sentía que al fin Sirius correspondía sus sentimientos, pobre ilusa...
—Puedes contarme lo que quieras, Sirius
—Me gusta un chico —Soltó rápidamente como quien quita una curita. —, es muy lindo
Ella pudo sentir su cara petrificada, la sonrisa aún en su lugar, no por alegría, si no por el shock.
Ella llevaba dos años, dos malditos años enamorada de él, dos años sin poder decir nada, dos años siendo su apoyo emocional, escuchándolo y amándolo ¿Quién le habría robado el amor de Black?
—Oh, ya veo...
—¿Dejaras de hablarme por eso? No quiero perder tu amistad, eres demasiado importante para mí —dijo desesperado Sirius.
Mary negó con la cabeza, aún pensando en quien sería la persona que robó el corazón de su amigo...
De repente una idea llegó a su cabeza.
—Es Remus ¿No es así? —La afirmación de Mary petrificó a Sirius. —Es Remus —Mary asintió lentamente con la cabeza, procesando la información.
Ambos se quedaron en silencio, quietos, mirándose fijo. Todos los momentos donde pudo sentir un destello de amor por parte de Sirius, siempre había sido solo una amistad, solo eso.
A de Amar a Sirius duele.
M de Mierda.
I de Imbécil, imbécil, imbécil.
S de Saber amar es imposible.
T de Tonta.
A de Ahora tengo el corazón roto.
D de Dios, realmente soy una Imbécil.
