¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Mi nombre es Juvelian Magrita, soy la hija de un Marqués. He reencarnado en la famosa novela "La emperatriz abandonada". Realmente la historia no era la mejor, pero no me desagradaba, yo solamente la leía por mi personaje favorito, Carsein de Rass. Cuando desperté en la novela me sentía feliz porque finalmente podía verlos en persona, pero nunca me animé a acercarme a ninguno de los protagonistas. Yo era un personaje secundario. Me conformaba con simplemente mirarlos a lo lejos.
Presencié algunas escenas que Carsein pasaba con Aristia y en cada una de ellas mi corazón se estrujaba. ¿Por qué yo no puedo estar allí con él? La respuesta era fácil, yo no merecía estar con él. Llegué hasta el final de la novela, donde la protagonista se casa con el emperador.
Creí que cuando me acostaría a dormir, la realidad me abofetearía y me diría que todo fue un simple sueño. Pero no fue así. Yo seguía viva en este mundo y realmente no me molestaba demasiado, podía vivir tranquilamente siendo la hija de un noble.
Pero mi corazón no me dejaba tranquila. Todos tenían sus finales felices. La protagonista se convirtió en emperatriz y dio a luz a un príncipe. Incluso Allendis también formó una familia. Bueno, tal vez no todos. Yo aún no encontraba mi final feliz y Carsein ni siquiera se había casado.
Carsein, aunque sea desde lejos puedo ver la tristeza y soledad en tus ojos. Creí que luego de que Aristia tuviera su final feliz y que la hubieras dejado ir, tú también serías feliz. Pero Carsein, ¿Dónde está tu final feliz?
¿Dónde está mi final feliz? Yo también quiero formar una familia como la mayoría hizo, pero mi corazón solamente late por el gran espadachín del imperio.
Carsein, aunque tal vez esto no sea lo correcto...
Cambiare la trama para que seas feliz.
Porque te amo y estoy dispuesta a hacer lo que sea por las personas a quienes amo.
—Carsein, ¿me permitirías ser egoísta y tratar de ganar tu corazón? —Susurró para luego clavar una daga en su corazón.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Su corazón latía rápidamente, conocía lo que pronto sucedería. Había ido junto con un guardia hacia el mercado, Juvelian había ido allí con una idea en mente. Conocer a Aristia y a Carsein el mismo día en el que ellos se conocían. Juvelian entró con su guardia al negocio donde vendían espadas, allí estaba Aristia. Juvelian se acercó hacia ella.
