Ya había pasado una semana desde que Juvelian había empezado a entrenar con Aristia. A veces su hermano mayor le ayudaba a entrenar.
—Aristia. ¿Te encuentras bien?
Juvelian había notado como Aristia había dejado de entrenar y se había quedado mirando la nada.
—Ah, sí. Es solo que estoy atascada. No hay nadie para que me guie.
—Oh, es verdad.
Por lo general el padre de Aristia se acercaba a ayudarnos o algunos caballeros nos ayudaban, pero por alguna razón hoy no se encontraban allí.
—Supongo que iré a verlo.
— ¿A quién?
—A Carsein de Rass, dijo que si nos atascábamos, lo visitáramos.
—Es verdad.
—Bueno, ¿vamos?
—De acuerdo.
Ambas ingresaron a la finca para cambiarse y dirigirse hacia la finca del duque de Rass. Al llegar las recibió la duquesa.
—Escuché que el marqués esperaba poder ayudarte con tu entrenamiento.
—Sí, eso es correcto.
—Pues bien, no necesitaremos hablar mucho, ya veo.
Juvelian estaba nerviosa, no sabía que decir. Simplemente se quedó callada al lado de Aristia.
—He enviado a alguien por mi niño pequeño. Él estará aquí pronto.
—Gracias duquesa Ernia.
Juvelian siempre había admirado a la duquesa Ernia, ella siempre había sido una noble perfecta. Además de que poseía una gran belleza. ¿Acaso todos los miembros de Rass eran hermosos?
—Ah... ¿Por qué sigues llamándome? —Apareció Carsein. — ¿No puedes solo perdonarme? Por favor. He estado tranquilo todo el día.
—Toma asiento, tenemos unas invitadas.
— ¡Ah! ¡Son ustedes, las del otro día! ¡Bien, sabía que vendrían! —Carsein se acercó hacia ellas. —Están atascadas, ¿verdad? Necesitan a este genio. ¿No es cierto?
—Carsein. —Lo llamó su madre, haciendo que este se pusiera nervioso. —Parece que ustedes tres ya se han visto antes. Pues bien preséntense formalmente. Lady Aristia, Lady Juvelian.
— ¿Qué?
—Mi nombre es Juvelian Magrita. Es un honor conocerte. —Reverenció ante él.
—Mi nombre es Aristia la Monique. Hemos venido hoy para pedir tu ayuda. —Ella también hizo una reverencia.
— ¿Sir? —Preguntó Juvelian al verlo callado.
— ¿Monique? —Preguntó. — Cierto, tienes el cabello plateado. Entre los nobles solo los de la casa Monique tienen el cabello plateado.
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Reescribiendo la historia como un personaje secundario
Fiksi Sejarah-Mi corazón duele al ver qué no eres feliz. Carsein, haré lo que sea para verte feliz.