BAD BOY (Hyunghyuk, Adaptación)

Bad Boy 35

En la mente de Hyungwon, se imaginaba a Minhyuk mirando todo un maratón de esas películas románticas donde el chico buscaba la forma más increíble para declarársele a el amor de su vida. Desde saltar de un avión para proponerles matrimonio hasta colocar luces bajo el agua o adornar un parque con ellas para proponerle estar en una relación.

La idea que Hyungwon pensaba no estaba tan alejada de la realidad. Con la pequeña diferencia que el viaje hacia las islas de Seúl, el camino iluminado con velas hasta la pequeña cabaña donde se quedarían, el maratón de películas acompañado de palomitas y las golosinas favoritas del menor, escuchar a el pelinegro cantar por primera vez —por cierto, cantaba bien—, nació propiamente del corazón de Minhyuk.

No iba a negar que recibió un poco de ayuda por parte de sus amigos, pero no es como si hubiese sido mucha. El pelinegro acariciaba el cabello del peligris con suavidad, le encantaba cuan cálido era su cuerpo junto al del menor, quien reposaba sobre su pecho plácidamente dormido, mañana sería un gran día.

[...]

— ¡Un parque de diversiones!— gritó emocionado Hyungwon — pero... ¿Por qué no hay nadie Minhyuk-ssi? —. El de rulos ladeó su cabeza con confusión al observar lo vacío que estaba el lugar, el interrogado soltó una pequeña risita.

— Porque este parque es mío. Puedes subirte a la atracción que quieras sin la necesidad de hacer fila, al menos eso pensé al comprarlo.

El menor sonrió para lanzarse sobre los brazos del mayor y dejar un suave beso en sus labios. Termino por huir a los juegos dejando una sonrisa pintada en el rostro de Minhyuk, de verdad amaba mucho a Hyungwon, demasiado.

Tanto que no podía imaginarse sin él en un futuro.

Tan sumergido estaba en el menor que no se dió cuenta de que los seguían...

[...]

— Hyung— JeongIn entró a la habitación, el rubio ni siquiera se inmutó. El menor se encogió sintiéndose ignorado, quería ayudar a su mayor pero no sabía cómo hacerlo.

— ¡Haber espagueti, a mi bebé no lo ignoras!— Hoseok apareció entrando a la habitación de la nada con el ceño fruncido, se cruzó de brazos al ver como el mayor sorprendentemente había tenido una reacción. Abriendo sus ojos más de lo normal, lleno de asombro por lo que Hoseok había hecho.

— Lo lamento chicos, es solo que no tengo muchos ánimos— un puchero se formó en sus labios al igual que la misma expresión triste desde hace tres días.

Hoseok se acercó y tomando la mano de Hyunwoo, lo obligó a levantarse poco importando le si lo lastimaba. Arrastrándolo hasta la habitación de Jooheon donde se encargó de arrancar al más bajo de su cama también, JeongIn observaba como su novio arrastraba a ambos chicos afuera de la casa.

Los lanzó contra el pavimento en la acera. Ambos mayores se miraron confundidos y adoloridos, nunca pensaron que el indefenso Hoseok —pero amante de las peleas— tendría tanta fuerza.

— Ahora, se me van a divertir y no regresen hasta que borren esas caras de borregos tristes de su rostro ¿Bien?— ambos chicos asintieron. Hoseok se dió la vuelta entrando a la casa y dejando a ambos tirados sobre la acera.

— Y... ¿A dónde vamos?

[...]

Sabían lo que debían hacer, tenían más que claro cada movimiento. Su objetivo no era Minhyuk como ellos creyeron siempre, su objetivo era el dulce chico que se había ganado su corazón con cada sonrisa sincera que les dedicaba, con cada abrazo, con esa dulce inocencia que ahora debían romper.

— Es tu mejor amigo, ¿Qué piensas hacer?— el de apellido Yoo preguntó con su vista fija en el frente, el sol se escondía con gran tranquilidad, como si nada pasará.

— No lo sé, probablemente... Me voy a odiar después de esto.

[...]

— ¿A dónde vamos?—. Hyungwon preguntó mientras era dirigido por el pelinegro quien soltó una pequeña risita, observó que el menor no se llegará a tropezar con los escalones para subir hasta la azotea de aquel edificio.

— Bien— susurró soltando las manos del menor — ahora puedes abrir tus ojos.

El menor abrió sus ojos observando aquel hermoso espectáculo hecho con luces, su boca se curvo en una sonrisa y su pecho comenzó a latir con fuerza. Nunca antes se había sentido tan feliz en su vida, nunca antes pensó en que este momento llegaría. Miró a Minhyuk quien mantenía una sonrisa en su rostro, el mayor le extendió su mano, esperando a que el menor la tomará.

— Así que— comenzó a hablar — que me dices Chae Hyungwon, ¿Te gustaría ser mi novio?

Los ojos del menor se llenaron de lágrimas. Tomo la mano del pelinegro con una hermosa sonrisa en su rostro.

— Si lo quiero, si quiero ser tu novio Minhyuk.

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