BAD BOY (Hyunghyuk, Adaptación)

Bad Boy 24

Siempre imagino que los labios de Hyungwon eran suaves, seguramente dulces, como un dulce de algodón o como fresas cubiertas de chocolate. Pero ahora que se encontraba probando aquellos labios, sabía que eran muchísimo mejor de lo que pensó.

¡Se sentía en la gloria!

Los ojos de Hyungwon se encontraban cerrados, disfrutando del momento en su totalidad e ignorando su alrededor, olvidándose del hecho que estaba besando a la persona que lo secuestro. Omitiendo su trágico futuro del cual ambos aún no tenían ni la más mínima idea.

Porque ninguno sabía todo lo que se avecinaba.

Minhyuk paso sus manos por la cintura de Hyungwon, elevando su cuerpo, haciendo que este quedará sentado sobre la mesa, Hyungwon enredo sus piernas sobre el cuerpo ajeno, rodeó el cuello del pelinegro con sus manos y ladeó un poco su cabeza buscando una mejor accesibilidad. No sabía porque lo hacía, era como si su cuerpo actuará por sí solo. Como si aquel niño inocente hubiera desaparecido para transformarse en un adolescente hormonal.

Por su lado, Minhyuk fue recostando a Hyungwon poco a poco sobre la mesa, dejándose guiar por la lujuria y el deseo que sentía en esos instantes. Olvidándose de sus culpas, sus preocupaciones, sus advertencias de no enamorarse.

Tiro a la basura todo.

Su mano se coló por debajo de la camisa del peligris quien soltó un pequeño gritó al sentir el tacto ajeno. Minhyuk bajo de su boca hasta su cuello dejando leves marcas en este, besándolo con deseo y pasión.

— Minhyuk -ssi— jadeó Hyungwon.

Solo hasta ese momento el pelinegro se dió cuenta de lo que hacía.

— Hyungwon— se alejó de golpe, ocasionando confusión en el menor.

— ¿Qué pasa?— preguntó Hyungwon ladeando su cabeza. Un hilo de saliva seca se podía observar en los labios del peligris, Minhyuk tocó los suyos casi por inercia y se dió cuenta de que él también lo tenía.

Las lágrimas no tardaron en salir de los ojos del pelinegro. Se sentía tan mal, tan miserable.

— No quiero lastimarte, Hyungwon.

— Tu nunca me lastimaras— sonrió con alegría e inocencia.

Minhyuk negó retrocediendo fuera de la cocina, Hyungwon lo noto y bajando de la mesa comenzó a caminar. Un paso que el pelinegro daba hacia atrás era uno que Hyungwon avanzaba.

— No— negó — si tú estás conmigo, sufrirás — las lágrimas incrementaron — y no quiero que tú sufras.

Dicho esto se dió la vuelta corriendo escaleras arriba, subiendo hasta su habitación y cerrando la puerta de esta de un golpe para luego colocarle el seguro.

Se desplomó nada más hacerlo, se dejó caer al lado de aquella fría puerta de madera y flexionando sus rodilla, oculto su rostro en el espacio entre estas.

"— Minhyuk-ssi— el chico le sonrió con alegría. El pelinegro correspondió."

— Lo siento...— susurró.

"— Yo lo amo mucho."

— Lamento haberte hecho daño, lamento haber sido tan débil.

"— Usted nunca me haría daño."

— Lo siento tanto, me preguntó que fue de ti, Hoseok.

[...]

Hyungwon mordió su labio, ¿Qué había hecho mal? Su mamá y su papá siempre se daban besos en los labios porque decían que se amaban. Y además eso era algo que hacía una pareja.

El estaba seguro de que amaba a Minhyuk, no importaba que fuera su secuestrador, que fuera la persona que lo rapto y que lo tuvo cautivo todo este tiempo. El lo perdonaba.

Y estaba seguro de que si le decía a su padre que el era la persona que quería, también el lo perdonaría.

Sin mencionar su madre que seguramente estaría muy feliz que encontró a la persona con la que quiere pasar el resto de su vida, el solo pensar en esa idea, lo ponía muy feliz.

Noto que la ventana de la cocina estaba abierta así que se acercó para poder cerrarla. Hasta que divisó un chico que se encontraba observando su casa. Máscara de color celeste, al igual que el resto de los amigos de Minhyuk.

El chico solo miraba aquella casa, Hyungwon no sabría cómo describir su mirada. Hasta que noto el rastro de sangre que se encontraba tras el chico. Justo en ese instante sus ojos se encontraron con los de Hyungwon.

— Ayúdame— susurró Hoseok antes de caer frente a aquel lugar.

Hyungwon corrió fuera de la casa hacia el chico que se encontraba inconsciente.

— Hola, niño.

Los ojos del peligris se abrieron con sorpresa.

— Usted es el padre de Minhyuk— el hombre sonrió ocultando el arma tras el.

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