Vida de una esposa engañada

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París, Fracia.

Ya están los vestuarios con las modelos y el lugar ya está siendo decorado- decía la secretaria caminando con prisa detrás de Rose

Esta noche era la gran gala, todos estaban de un lado y al otro con telas, dibujos, costureros para dar los últimos detalles, todo tenía que salir perfecto

Muy bien, quiero un informe con todo de la gala, lista de las y los modelos y alcohol, necesito una botella vino, vino blanco estaría perfecto-

Si señorita, en seguida se lo traigo- se retiró la secretaria

Rose entro ah su estudio dónde tenía todo tipo de telas y dibujos de vestidos pegados en la pared, en medio de su estudio había un maniquíe dónde reposaba el hermoso vestido que se iba a poner para esta gran noche

Unos toques en su puerta llamo su atención

Pase-

Alguien pidió una botella de vino blanco?-

Entro un hombre con una botella de vino y dos copas

Oh Luciano-

Dios mi vida te vez fatal-

Rose se encontraba con una pantaloneta gris y una playera de tirantes color crema, un chongo embarañado con unos pelos afuera y unos tenis básicos blancos, tenía una cara que demostraba todo su estrés, unas gotitas de sudor en su frente y un ceño fruncido

Lo se, dame eso- astiro su mano y Luciano le dió una copa para después servirle vino

Querida, te quiero presentar a alguien-

Esta levanto su mirada de sus dibujos y vio a un hombre bien vestido y perfumado

Albert, un gusto-

Rose, el gusto es mio-

Ambos estrecharon manos

Bueno los dejo para que se conozcan, Albert por favor evita que está señorita se tire de la ventana, besitos- y salió de la sala

Rose sonrió apenada por lo dicho y miro para otro lado para que no viera el sonrojo en sus mejillas

Sabes no te vez tan mal, incluso puedo pensar que eres demasiado bonita-

Rose lo miro sorprendida y le dió una hermosa sonrisa

Gracias, tu también eres demasiado... Atractivo-

Ambos se miraron a los ojos sintiendo un cosquilleo en su interior hasta que Rose tuvo que ir de urgencia al baño ya que estaba vomitando

¡Rose! Estás bien?-

Rose estaba incada adelante del baño y un poco pálida

Todo bien- Sonrió y se levantó, le bajó al baño y fue al lavamanos para enjuagarse la boca

Debe de ser por el estrés, sabes? Ser encargada de un gran show que va a ser visto por miles de personas si es algo estresante-

Me imagino-

Albert hagarro la barbilla de Rose y la levanto para que la mirara

No te sobrecargues cariño, te hace mal-

Rose no dijo nada, con un sonrojo en su rostro levanto su mano hasta tocar la de el hombre y bajarla lentamente

Entiendo...-

Te invito ah una merienda, que dices?-

Rose soltó una risita nerviosa y bajo su mirada a las listas y diseños