THE 100 Tomo 5 Fanfic

Adicional: Recuerdos Mixtos.

[Un corto de algunas situaciones ocurridas en el pasado, que dan paso a entender algunas situaciones.]

.Bunker.

Octavia volvía de terminado una arena de combate hacia su área privada, no obstante Lena la acompaña y Tini.

—Controla el perímetro. —Octavia le ordena a Tini, la cual asiente y sale.

— ¿Estas bien? Esto de la arena a veces resulta muy sanguinario...—Lena le comenta, abriendo y sirviendo una bebida.

Octavia la observa detenidamente. —Ya me he acostumbrado...

—La idea no es acostumbrarse. —Lena suspira.

— ¿Cómo le haces?

—Simplemente lo veo como lo que es, un acto de supervivencia, sin embargo cuando se pasa de la línea. Es un acto repulsivo ni más ni menos. —Lena le extiende el vaso que Octavia toma mientras analiza las palabras.

—Gracias.

— ¿Por qué?

—Por estar.

—No hay de qué. Tú eres la que ha hecho más aquí. —Lena se sincera, y nota que Octavia se acerca.

—Yo... recuerdo esa vez en la lluvia acida. —Octavia susurra.

Lena entiende. —Eso...—No puede evitar sentir el aumento de latidos y acercarse a Octavia de igual forma. Ambas entregan sus labios en un beso, que libera sus presiones y despeja sus mentes por un largo rato.

Un sonido metálico las saca del beso prolongado, haciendo que sus manos bailaran.

—Está todo en orden. —Tini aparecía por el marco de la entrada y se detiene a verlas, ambas están separadas algo incomodas. Como si hubiera pasado algo. — ¿interrumpo algo?

—No... ven, tenemos que pensar y trazar unas cosas antes de que llegue Indra con sus informes. —Octavia ordena sin mirar a Lena.

Lena parpadea unos instantes, y se acomoda en su lugar para prestar atención. ¿Qué acababa de pasar? No sabía con certeza pero le había gustado, tener un escape entre todo el estrés, encierro y matanzas, usualmente era bien recibido. Aunque no por eso, dejase de pensar en que le gustaría haber estado con Lexa, inclusive eso a veces le deprimía un poco. Imaginar el cuerpo calcinado por la radiación no le ayudaba en nada.

— ¿Lena? —Octavia la llama y esta sale de sus pensamientos y afirma. —Te necesito aquí conmigo, tus aportes son valiosos.

Esas palabras, le hacían olvidarse de aquellos pensamientos horribles, y distraerse el tiempo suficiente para vivir un día más.

...

Anillo del Arca.

Anya estaba combatiendo contra Joel, el cual cae por enésima vez al suelo en una llave de presión.

—Vale... me rindo. —Joel exclama en tono bajo.

Anya se levanta y sonríe. —Vas avanzand...

Joel le da un puntapié rápido que la hace caer, pero ella usa sus manos para apoyarse y girar rápido para levantarse, aunque por reflejo le lanza un puñetazo en las costillas; fuerte.

Joel toce. —Maldición...

—No puedes seguir si te rindes. —Anya se queja.

—¿Quien creo las reglas? —Joel pregunta adolorido.

— ¿Eso importa? —Anya duda.

—Claro, en un combate a muerte, me importa un pimiento si el otro se rinde. —Joel le responde.

—No estamos a muerte...—Anya le mira seriamente.

—Bueno, dime quien lo invento para ventarle la madre por inepto. —Joel sonríe.

— ¿Cómo puedes soportar entrenarle? —Echo reía con ironía al ver la escena.

—Soy un encanto. —Joel le devuelve la sonrisa.

Anya toma un poco de agua. —Tiene capacidades. —Joel se señala para hacer énfasis en lo que Echo le hace un gesto de pulgar pasando por el cuello.

—Me gustaría entrenar a Belén, pero sigue enfadada consigo misma. —Finalmente Echo menciona, y Anya parece estar de acuerdo.

Por lo que se puede ver hacia un área del anillo, en donde Belén había estado golpeando todo lo que se encontraba allí y tenía los nudillos sangrando levemente, a su alrededor mucho desorden.

...

En el Valle sombra.

Madi aprendía a dibujar letras en idioma terrestre combinándolas con el idioma del arca.

Anahí ríe al ver dicha invención. —Aprendes rápido. —Le felicita.

Madi sonríe. —Eres buena maestra.

Anahí se siente extraña al escuchar eso y luego recuerda que toda su vida había sido alumna, finalmente podía aplicar sus conocimientos para capacitar a alguien. Una sensación que le daba algo de paz.

...

En Floukru.

Ontari tiene un moretón en el brazo y camina sin ganas arrastrando un cajón que al parecer contiene agua.

Clarke la recibe en lo que parece ser la entrada. —Es hoy...

Ontari afirma.

Elmo sale a ver porque tardaban tanto. — ¿Qué les pasa? Tanto cuesta abastecer el agua en este lugar...

—No es tan fácil...—Ontari le replica.

Elmo tenía ronchas y algunas erupciones en la piel, al parecer estaba un tanto enfermo.

—Porque no sales tu alguna vez. —Clarke le reclama, mientras Ontari ingresa el cajón.

—No te pongas chistosa hoy Clarke...—Elmo le bufa.

Sin embargo, Clarke se le acerca tanto que parece que va a darle un beso, lo que hace que Elmo sonría de satisfacción esperando enrollársela. En ese preciso momento un pico le atraviesa el cráneo por detrás y Ontari se encuentra empuñándolo.

Clarke le sonríe. —Ya no te soportamos. —Le murmura, cerrándole los ojos y enterrándole un cuchillo por el frente.

Y así, fue como Ontari decidió usarlo de decoración para la pared del fondo...