Crackship Week (KNY)

💛Almas Gemelas🖤

"En este mundo, las almas gemelas tienden a tener similitudes entre sus vidas, y no importan los años, hay almas gemelas que tienen una separación grande, y a veces no logran encontrarse"

Ésto se decía Zenitsu al ver que su amigo Tanjiro encontró a su alma gemela, un hombre rubio con cabello de fuego, con el que tienen de similitud el hecho de ser hermanos mayores de familia, dedicados con el corazón y que el fuego parece ser una constante en sus vidas

Él se preguntaba si era posible que alguien como él pudiera tener siquiera alguien que quisiera intentar algo con él, su vida fue un asco, abandonado desde casi el nacimiento y sin nada que querer, llena de mala suerte y soledad, si quiera otra persona podía coincidir con eso? No, era muy absurdo

Eso pensaba él caminando a su casa, con su mochila en la espalda y mirando más sus pies que él camino en general, y eso le pasaría factura

-Oye tú!!

En el momento en el que escuchó su voz se molestó, ese tipo, Kaigaku, le odiaba con la peor saña del mundo, y por más que preguntaba e investigaba, nunca supo el porqué

-Que sucede? Tienes miedo? Te estoy hablando!

Le empujó al piso y se empezó a reír, tenía dos amigos a los lados que parecían divertirse con el, claro, Kaigaku nunca lo iría a molestar solo

-Oye! Lanzame a mí imbécil!

Dijo alguien que lanzó a Kaigaku lejos, sus dos amigos lo vieron y retrocedieron

-Es horrible!

-Parece el diablo!

Kaigaku levantó la vista y molesto miró a Zenitsu, una mirada que le decía que pronto iría por él nuevamente

Mientras tanto, Zenitsu miraba como un chico, de cabello verde y negro le extendía la mano

-Te encuentras bien?

En el momento en el que sus manos se tocaron, el mundo pareció detenerse a su alrededor, y cada uno pudo ver la vida del otro

Zenitsu vio su rechazo, como es que la gente le decía que no y le condenaba sólo por como lucía, él conocía claramente la soledad, igual que él, y el chico, no podía creer que un ser tan lindo como él también supiera la crueldad que hay en el mundo, aún con su rostro angelical, él había vivido en carne propia sus propios sentimientos

Sus ojos se encontraron y casi podían jurar que en ellos se reflejaban el cielo, y ahí lo supieron, eran totalmente, almas gemelas

Se saludaron, tímidamente, no dejaban de mirarse y pronto querían saber todo del otro

-Tu nombre? N-No me lo has dicho

-Gyuutaro... Un gusto, tu...

-Zenitsu

-Ah... Un nombre tan lindo que quiero que se haga real para mí

-Jaja, como?

-Tú nombre se traduce a "la bondad de mi esposa", si ese nombre fuera real para mí...

Sus palabras eran muy conmovedoras, lo hicieron sonrojarse de sobremanera

-Solo llevamos unos momentos de conocernos, no es algo que decir a la ligera

-No, no lo es, por algo salió de mi boca

Tomaron sus manos, realmente reafirmaban que eran almas gemelas, y eso los puso realmente Feliz, más aún era la felicidad de su alma

Esa misma noche ambos se fueron a dormir a sus respectivas casas, pero durmieron con la emoción de haberse encontrado, y en ese sueño, vieron que en la antigüedad, en los lejanos periodos donde los demonios reinaban, el joven de cabello verde y negro habia sufrido una decapitación, y sus ojos pararon a ver a su hermana frente a él, y, no muy lejos, había una chica rubia de coletas, desmayada por el dolor, sus ojos brillaron, y se lamentó totalmente haber acabado con una chica así, podía sentirlo, era su alma gemela, ver que él la mato fue su condena, y no pudo evitar llorar

Al despertar de ese sueño llamó de inmediato al chico, y su corazón se calmó al oír su voz

-Hola? Emm... Tuve un sueño extraño

-Tambien yo

-De verdad? Pero...

-Sabes lo que dicen cuando sueñas con tu alma gemela?

-No...

-Se dice, que si sueñas con ella, es un vistazo a tu vida pasada con esa persona

-Pero, fue horrible, estabas muerto y no podía hacer nada

-Eso hace que nuestra unión ahora mismo sea especial

Sonrió a través del celular, haber salvado a ese rubio angelito fue la mejor decisión de su vida, y ambos sabían que desde ese punto en adelante, ninguno tendría nunca más que experimentar la soledad