❤️Hechizo💜

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Shinjuro Rengoku, caía lentamente a la cama, abrazando a su ser amado

No perdía oportunidad de acariciarle el pecho y besar sus labios, lento una y otra vez, ah, el calor de su mujer, hacía tanto que no lo sentía

Adoraba sentir los inocentes arañazos en su espalda cuando masajeaba sus pechos, dulces sonidos que su mente albergaba como si fuera el combustible para sus siguientes acciones, sus ojos estaban cerrados, y el se dejaba llevar por como le hacían una felación que casi le dejaba sus ojos en blanco, hacía tanto que no sentía eso, tanto tanto...

Que le importó nada el hecho de que fuera un hechizo, y peor, justamente con el primero de los demonios, Kokushibo

Era un día sumamente lluvioso, y Kyojuro se había llevado a Senjuro a la finca del amor, debido a que él estaba completamente iracundo, Él, había bebido más sake de lo usual, y había perdido la noción del tiempo, ni cuenta se dió de que era de noche

Ante su borracha mirada de repente apareció un temible demonio de cabello oscuro, quien lo miraba con lástima y algo más que no pudo descifrar al principio

-Que quieres!?

Dijo con la voz más borracha que te puedas imaginar, Kokushibo supo en ese entonces que ese cazador no estaba en sus cabales

Se le acercó lentamente hasta tocar su frente, convocando sus poderes de demonio, ahí supo de inmediato que lo que acongojaba a al rubio era la muerte de su esposa, una mujer pelinegra y tranquila que se fue en paz, pero en él causó una guerra, lo miró con sus ojos, fijamente para pronunciar

-Sé mi amante, y podrás tocarla otra vez

Y quizá haya sido el alcohol socavando su razón o su necesidad de tener a su mujer de nuevo que aceptó sin pensarlo, y pronto frente a él aparecía su mujer, quitándose la ropa para besarlo de nuevo

Por su parte, Kokushibo lo sabía, de las pocas cosas que recordaba de su humanidad (más específico de su época de cazador de demonios) era a un hombre de apellido Rengoku, su cabello era como el fuego y flamas salían de su boca y su capa cuando hacía una de sus respiraciones, él era un tipo llamativo y al contrario de su tonto hermano, la bondad que quemaba de sus poros se sentía más genuina en su opinión, le tenía un respeto de guerrero y un deseo de hombre, porque sabía que su respiración era difícil de aprender también, y cuando vio en su camino al hombre borracho y miserable que era, supo que era su oportunidad, pues toda persona vulnerable se cuelga a quien me entregue lo que necesita, siempre ha sido así y su víctima no es la excepción

Shinjuro gozaba de ver cómo la mujer a la que amaba, le masturbaba con una sonrisa deseosa y mejillas rojas, se mordía los labios y dejaba ir su cabeza hacia atrás, suspirando por el placer de sentir su mano rápidamente le estaba dando, firme y rápido, pronto lo llevó a la locura del primer orgasmo, y se sintió satisfecho

Pero era momento de despertar

En el momento en el que terminó sintió como lo daban vuelta, Exponiendo su trasero

"No otra vez..." Pensaba Shinjuro, sintiendo como esas manos delicadas de mujer se volvían manos de hombre, que iban por sus pezones a pellizcarlos para hacerle gritar de dolor y placer, y escuchar claramente su voz

-Ya fue tu turno, ahora me toca a mí

Sintió como sus manos se iban de su pecho pero era para llegar a su trasero, y de forma dolorosa pero inmediata sintió como él entraba en sí nuevamente, y comenzaba a moverse

Era muy cruel, hacerlo soñar hasta ver la pesadilla que era ser usado de esa forma por un demonio, pero debía admitir, el hombre sabía lo que hacía con el, le tocaba en partes que sabía que le harían gemir, su miembro tocaba lugares que le hacían sentir un placer tan grande que desearía ser su mujer, su orgullo de hombre desaparecía en el momento en el que su cuerpo se acostumbraba a ese miembro y respondía como un animal en celo

El demonio llevaba sus manos otra vez a jugar con sus pezones, el pecho del rubio era un lugar sensible que lo hacía gemir de forma sensual, y le provocaba hacer un ritmo más rápido, su rostro se ponía al lado de el del rubio, besando despacio su cuello hasta que éste se gustaba y besaba sus labios, ese hechizo convertía a Shinjuro en un juguete, pero mentiría si dijera que ese demonio era lo único que le hacía sentir bien

El orgasmo los tocaba a ambos casi al mismo tiempo, y hasta lágrimas le salían al hombre rubio, pero todo valía la pena al final de la noche, pues ahí volvía a tomar la forma de su mujer y podía tocarla otra vez

Ahora entiende el pensar del pilar del sonido, y puede confirmar que si se pueden amar a dos personas a la vez, a su mujer y lentamente, al hombre que le estaba dando la oportunidad de tenerla otra vez

Crackship Week (KNY)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora