MI VECINO

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Deseo a mi Amo, el vecino.
¡Joder! ¿Puede haber alguien más exquisito? Antes de ir a dormir, la mayoría de las veces me mãstůrbo pensando en él hasta correrme. En su acento, su cuerpo, su voz, su mirada. Sus juegos sucios que me provocan.
Desde que lo vi a lo lejos, no fantaseo más que tenerlo en mi casa. Verlo llegar a la puerta, a buscarme. Para que, yo decida dejarlo pasar.
Conversemos. Miradas van, miradas vienen. Escucharlo hablar y ver cómo me observa con picardía, es el arma secreta para tenerme de rodillas. Sí. Quiero follarle con la boca esa polla que se carga. Me excita muchísimo. Lo tengo frente a mí. Y suplico para mis adentros que me devore los labios. Mientras empezamos a desnudarnos. Me mira con deseo, susurra en mi oído apretando la mandíbula...

- Mía...
...y ya estoy perdida. Ha oscurecido su voz.  Sin bragas. Sin cordura. Con el móvil apagado. Queriendo darnos como animales en todos los lugares de la casa. ¡Hasta en el auto! Deseo a mi vecino. Quiero que me rompa el cøñö. El cûlo.
Quiero ser suya. Sí. Follamos duro. Me incita. Me muerde. Me azota con su cinturón.
Deseo a mi vecino, de una manera exhorbitante y sin pudor. Gimo en su oído.
El vaivén de sus caderas hace que todo el edificio me escuche ser empotrada.
Sudamos. Repetimos hasta el cansancio. Horas y horas follando.

Se corre en mi boca porque le follo la polla como una completa señorita "sin pudor". Explota a chorros. Y lo saboreo. Sé que le gusta.
Sé, sabemos que se va a repetir.

~LaylaSum

ANTOLOGÍA DE RELATOS ERÓTICOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora