¿QUIERES FUEGO? (PARTE TRES)

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Empieza esa canción. Ese tema que tanto me encanta. Mientras observo al hombre. Maldita sea. Ya sé quién es. Lo recuerdo. Hace años nos conocemos. Hace años que nos deseamos con frenesí. Con desesperación. No lo reconocí al instante, porque... ha cambiado del cielo a la tierra desde la ultima vez que lo vi.
"Still loving you".

Ahora entiendo por qué sabe mi nombre. De aquel niñato simplón, tímido y soso, no queda ni la sombra. Por el contrario, es todo un hombre. Fuerte, decidido, seguro.

Me llevo el cigarro a la boca y doy una profunda calada. Él decide rodearme la cintura con su brazo. Mis piernas abiertas sobre sus muslos, confirman que lo deseo. Puedo sentir la erección. Sonrío sobre sus labios. Suaves, cálidos. Le introduzco la lengua. Con las manos, recorro su cuello, la espalda. Las suyas se posan en mi culo. Presionando. Tira de mi labio inferior y gimo. Respiro un poco rápido.

- Vámonos de aquí. Vamos a un lugar más... privado. -susurra sobre mi cuello y siento escalofríos- Necesito hacerte mía por fin. El momento es ahora. No hay después. Además,  tengo pendiente un castigo.

Nos levantamos, saca de su cartera unos cuántos billetes y monedas. Dejándo todo sobre la mesa. Recuerdo de inmediato, lo que yo llamo "mi vida pasada", permaneciendo en silencio.

- ¿Sucede algo, cariño? -pregunta extrañado,  lo que niego con la cabeza-

Minutos más tarde, estoy en su departamento. Para ser exacta, empotrada contra la pared, cerca a la cama. Grande, impoluta con sábanas de lino y el cabecero de hierro. Su vivienda es hermosa. Lujosa. Cada parte de la casa, grita "dinero, fortuna, riqueza, prestigio. Estátus". ¿Qué hará el señor J, hoy día?
Sus manos sexys se deslizan por mis brazos. Suben a los omóplatos llevando los tirantes hacia afuera. La camisa cae. Me deshago de la suya. Botón a botón. Sin separar nuestras bocas. Ya con el torso desnudo, aprovecho para besarle los hombros, dar mordidas, desplazar mis palmas y dedos. Dejo rastros de mi tacto en su abdomen. Deteniéndome en los pantalones. Está duro. Erecto. Empalmado. Estoy húmeda. Apretada. Cachonda.

La habitación va a oler a se.xo. De eso no hay duda alguna.

~LAYLASUM

ANTOLOGÍA DE RELATOS ERÓTICOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora