Aunque no sea contigo

Prologo

"Dieciocho de diciembre del 2016"

Christopher Velez

Observo desde las pequeñas escaleras su esbelto cabello y su exquisita figura, posee un vestido de color carmesí, unos tacones, que le hacen ver más alta de lo que es su estatura, sonrió al ver que se da cuenta que la observo con deseo.

—Si sigues mirándome de esa forma no iremos ningún lado Vélez. —solamente su voz me hacía enloquecer de esta forma.

—Tenemos treinta minutos a nuestro favor. —ella sonríe.

—Me agrada, pero mi padre está en camino a vernos.

—Que inoportuno. —ella ríe y camina hacia a mí.

—Te amo. —susurra cerca de mis labios.

—Yo también te amo. —Sonreí.

Sus labios se apegan a los míos y empezamos en una batalla en nuestras bocas, ella toma de mi labio inferior y lo muerde haciéndome que saliera de mi boca un gemido.

—Sigue así y terminaremos en la cama. —ella sonríe y se separa de mis labios.

—¿Qué tentador?

—Mmm. —gruñí.

Baje mis manos hacías su trasero para acariciarlo.

Dennise coloca sus manos por mi nuca y juega un rato con mi cabello para luego darme una mirada tierna.

—Luego de la cena con mis padres ¿podemos ir a bailar?

—Claro, porque no ir.

—Gracias.

El timbre suena y sabemos que es hora de irnos ya.

La cena y el anuncio de nuestra boda era oficial hacia la familia de Dennise como la mía, todos nos habían felicitado incluyendo a nuestras amistades más cercanas de ambos, y eso me hacia el hombre más feliz del mundo entero.

Las músicas retumban en nuestros oídos, miro que Dennise atare muchas miradas sea de hombres como de mujeres y eso me hace poner celoso de ellos por lo cual le tomo de la cintura y la apego hacia a mí, puedo figurar que ahora mismo tiene una sonrisa en sus labios carnosos.

Observo a Dennise mover sus caderas de un lado al otro con el ritmo de la canción de Algo Me Gusta De Ti de Wisin & Yandel ft Chris Brown, T-Pain, su mirada se posee con la mía y se acerca con esos mismos movimientos hacia mí.

Tomo de la cintura y la atraigo hacia a mi coloco mis manos en su trasero y sin importar que digan la gente la cargo hacia la mesa que tengo atrás de mi coloco su trasero ahí.

Me apego hacia sus oídos y puedo percibir que su piel se eriza al tener contacto con mi piel.

—Me vuelve loco tu pelo, tu boca tu piel tu cintura, dura dura eh. —cante y ella me toma de la quijada y me da un beso.

—Eres un pervertido señor Vélez. —sonreí.

—No puedes echarme toda la culpa a mí. —reproche.

La mirada de Dennise se dirigió a otra dirección y sonrió.

—Aquí están sus vasos de licor señores. —me di media vuelta y tomé los dos vasos de cristal.

Le observe atentamente al mesero y miro que no baja la mirada de Dennise por lo cual mi enojo aumenta.

—Cuidado se te salga los ojos. —anuncie. El mesero se puso de un color rojo de apenado y se despidió.

—Que celoso eres señor Vélez. —le doy el vaso de licor a Dennise y ella lo toma y se lo lleva a sus labios.

—Lo soy. —ostente. —ella rio.

Bailamos, reímos, nos besamos y hubo un poco más como tocarnos por encima de la ropa, y eso me hacía que pierda mi poca cordura que me quedaba.

—¡Nos vamos ya! —Exclamo Dennise un poco soñolienta.

—Si corazón. —le anuncie.

Le tome de su mano y con mi otra mano le agarre de su cintura y salimos del lugar, rumbo a casa.

—Me la pase muy bien, gracias mi amor. —comento Denisse.

El semáforo estuvo a mi favor y se colocó en rojo por lo cual le robe un beso.

—No sabes cuánto te amo. —le susurre.

Ella sonríe de lado y me deja un beso en mis labios, me incorporo bien al volante y prosigo el viaje.

Mi corazón se siente tranquilo al tenerla aquí conmigo, ella toma de mi mano y la regreso a mirarla, tiene una sonrisa en sus labios y simplemente me siento tan completo junto a ella.

Cuando conocí a Denisse Reyes fue amor a primera vista, cuando la mire supe que era la indicada y perfecta para mí.

El ultimo semáforo se coloca en rojo y me detengo, aún tengo su mano junto con la mía por lo cual la llevo hacia mis labios para dejar un cálido beso en su muñeca.

El semáforo se sitúa en verde así que lo único que hice fue arrancar. Sentí mi corazón en un espasmo al escuchar el grito que pego Denisse.

—¡Christopher! —Exclamo Denisse con miedo.

Una luz blanca me segó por completo y lo único que recuerdo fue ver a una Denisse aterrorizada.