Abigail Miller.
Los días seguían transcurriendo y ya empezaban a reflejarse la navidad en casa, Fabiola había traído su árbol de navidad y lo había colocado en la sala, contrato a personal para que empiecen adornar el jardín y las ventanas. Todo estaba quedando perfecto.
Es viernes por la noche y entro a casa, la música suave de Fabiola se escucha por la casa y camino hacia la sala y miro las luces de varios colores encendidas, observo a Fabiola de pie colocando algunos adornos que faltaba y no puedo renegar de esto, estaba increíble.
—Aún falta para navidad. —menciono.
Fabiola me mira y me vira la cara.
—Es primero de diciembre, no veo malo colocar las luces y el árbol de navidad. —me hace saber.
—Creí que ibas a salir con tu jefe.
La escucho decir y termino cayéndome en el sillón y ella me regresa a ver. —¿Todo bien?
—Todo está perfecto, lo único que no está perfecto en esta vida es la odiosa de Luciana. —le digo.
—¿Luciana? ¿Quién es?
—Una tipa que le tira los perros al señor.
—vaya vaya vaya, y como esta eso.
—Crees que hoy la muy estúpida le tomo de su mejilla y la empezó acariciar como si fueran algo más que amigos, la odio. —dije recordando el mal amargo momento que viví.
—¿Y él dijo algo?
—No, no hizo ni una mierda por parar a esa estúpida.
—Entiendo tu enojo. —me dice.
Fabiola se acerca a mí y retira un mechón de mi cabello.
—¿Tú y el ya son novios? —pregunta.
Como le digo que no somos nada aún.
—Él ya te dijo que sean novios. —vuelve hablar.
—No.
—Joder, estamos mal.
—Pero él...
—Nada de peros. —me interrumpe. —si él te quiere te tendrá que decirlo y si no, bebé preciosa aléjate.
—Yo lo amo. —suelto y ella me toma de mis manos.
—Mi reina lo sé, pero te va hacer más difícil luego aceptarlo que el solamente te esta ilusionando.
—No lo hace. —formo un puchero y estoy a punto de llorar. —sé que él no está ilusionándome, yo sé que él me quiere y tarde temprano tendrá que aceptarlo.
Fabiola ya no dice nada y solamente me abraza, porque sabe que si sigue terminare llorando y eso no queremos.
—Hoy tuve una entrevista con mi nuevo jefe. —me dice. —mi viaje está programado para el diez de diciembre.
—Te vas a ir. —digo y ella asiente.
—Si chiquita, ya lo habíamos hablado.
—Si lo recuerdo, pero no creí que te ibas tan rápido.
—Lo se chiquita, pero el trabajo de Miami es bueno.
—Ya se.
—Puedes ir a pasar navidad con nosotros.
—¿Y tu novio?
—Lo convenceré, te lo prometo. —formo un puchero y ella me abraza fuerte. —pasaremos navidad juntas, como el año anterior, te lo prometo.
Tengo dos motivos para ponerme a llorar.
El primero es Fabiola se va a ir, y el segundo solamente viene siendo el señor.
———
Cuatro de diciembre del 2018.
Estos días me empezado a sentir sentimental y por cualquier tema quiero llorar.
Llego a la empresa y miro a Larry de pie y tecleando su celular. Me acerco a él y el solamente guarda su teléfono y me abraza.
Escaneo su rostro y lo miro con barba recién creciendo su ropa percibía olor a alcohol y también de tabaco.
—Que tienes galán. —le digo y el me abraza.
—Estoy soltero. —dice.
—Pero que has dicho.
—lo que escuchaste, me termino mi novia, bueno ex novia.
Le miro sus ojos y puedo decir que el esta amanecido.
—Te diste una ducha antes de venir.
—No.
—¡Apestas! —le digo y él se percibe,
—Oh, tienes razón.
Deja de abrazarme y saca las llaves de su auto. —iré a tomar un baño y a quitarme esta barba, quieres tomar mi lugar por hoy.
—De acuerdo galán, ve y por favor colócate perfume en los huevos.
—Lo are. —dice y lo miro sonreír.
Su sonrisa no me convenció y puedo decir que esta chica lo afecto.
No creí que me día empezaría tan mal como lo está haciendo ahora, recibí una regañada por el señor por culpa de Jessica, no puedo enojarme por eso, es trabajo, así que solamente me puse hacer lo que Jessica me había pedido y yo no le había hecho, maldita mentirosa.
Entregue los papeles y el señor salió, mire a Larry cruzar unas palabras con el señor y camino hacia a mí.
—Quieres almorzar.
—Si. —dije y el me tomo del brazo y me llevo hacia la cafetería.
Yo me senté en un extremo y Larry del otro, nos pedimos algo simple para comer y ahí estaba de nuevo el otro Larry.
—Cambia de cara.
—No puedo, soy infeliz.
—Vamos galán, no puede una mujer destrozarte.
—Sí que lo puede.
Volteo los ojos y dirijo mi vista hacia la entrada, miro a Aria Montgomery entrar y verme junto con Larry.
Ella al verme junto con el me voltea los ojos y la miro ir hacia la cafteria.
¿Qué demonios?
No pude creer que Aria Montgomery me haya volteado los ojos, acaso hice algo mal para que ella se enojara conmigo.
Estoy por contar a Larry sobre la ida de Fabiola a Miami y le observo determinadamente que su mirada se dirige hacia Aria y el solamente queda tonto al verla en la cafetería.
—¿Qué tienes? —pregunto.
—Es ella. —me dice.
—¿Quien? ¿Aria? —yo hablo y el me regresa a ver sorprendido.
—¡Joder! ¿De dónde la conoces?
—Es hermana del señor.
—Cual señor.
—Dah, del señor, de nuestro jefe. —le digo y su piel se amarillenta.
—No me jodas. —dice él y se tapa la boca. —ella es hermana de Christopher. —yo asiento. —madre mía, llévame ahora contigo.
—¡Larry!
—Ella era mi novia, y en ningún momento lleva el apellido Vélez.
Mi cara de vergüenza no podía con mas, tal vez haya sido yo la causante de que ese par hayan terminado.
Tres de diciembre del 2018
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Aunque no sea contigo
FanficDicen que el amor de tu vida llega solamente una vez en la vida, pero que pasa si la misma vida te lo arrebata y lo pierdes todo en un abrir y cerrar los ojos. Tu mundo cae y tu caes con él. Sin embargo, tratas de ver la vida en otro sentido, pero...