Good Connect - 굿 커넥트

"..."

Tal vez sea porque ha estado pasando la mayor parte de su tiempo en la casa últimamente, pero pensó que estaba viendo algo en vano.

Yohan, que llegó directamente a casa desde el restaurante tailandés recomendado por Fiona, sacó la llave con cara de cansancio y encontró la puerta de entrada ligeramente abierta y una luz que se filtraba a través de ella.

'mierda.'

¿Fue un ladrón? ¿O estoy siendo interrogado por Vásquez?

No ha hecho nada en especial. Lo más reciente fue ir a una fiesta de ricos, donde obviamente se atormentaba a diario por los acontecimientos previos. Incluso hace poco escucho una historia sobre 'Candy' de Fiona.

Con solo mirar la introducción de un nuevo producto para él, significaba que Vázquez lo estaba reconociendo a sí mismo hasta cierto punto, a diferencia de antes. Por supuesto, era solo para Fiona, por lo que fue un poco sesgado.

Yohan respiró hondo y dejó la comida tailandesa que sostenía en su mano por el pasillo, busco su Glock que siempre lleva colgada de la cintura. Sin embargo, no había nada en su cintura porque antes de salir se estaba ejercitando, dejando atrás de tales pertenecías.

'¡En un momento como este! Me estoy volviendo loco.'

Yohan buscó algo que pudiera ser un arma, pero todo lo que vio fue la ayuda técnica para caminar de la abuela Minty, que vive al lado. No quería tocar las cosas de la abuela, pero no había otra manera, sin un arma, ni nada.

'Vamos a comprar uno nuevo, uno mucho mejor'

Sosteniendo con cuidado la varita de la abuela en la mano, abrió con cuidado la puerta principal y entró lentamente en su casa. Como era un estudio pequeño, no había lugar donde esconderse, por lo que la tensión aumentó aún más. Yohan, con la esperanza de que no sea nada, se preparaba para atacar al tipo o lo que fuese que estuviese en la habitación.

"¿Hola Kitty?"

Yohan vio al hombre levantando y agitando su propia ropa interior de un tigre que rugía ferozmente. Yohan se tambaleo ante la presencia del hombre y perdió la varita de la abuela Minty. Era el perro bastardo loco.

"¡¿Esto es una locura?!"

"¿Te gustan las cosas llamativas? La ropa interior que dejaste atrás era de un estampado de leopardo. Oh, por cierto, fue roto y tirado"

Yohan le arrebató apresuradamente su ropa interior, que Lear estaba agitando. Sólo la cara... No solo eso, sino que incluso sus oídos ardían.

Yo, yo, este maldito bastardo. No me equivoqué con la premonición de que tarde o temprano iba a estar terriblemente arruinado. Mi sentido nunca me falla. Yohan frunció el ceño y señaló a Lear.

"¿Quién eres y cómo llegaste a conocer este lugar?"

"¿Cómo vives en un lugar como este?"

"¡Este maldito perro bastardo...!"

"De todos modos, limpia la casa. Si vives así, tendrás enfermedades que nunca existieron"

En lugar de responder a las palabras de Yohan, era Lear quien balbuceaba. Yohan está molesto. Estaba hirviendo, pero lo contuvo. En cambio, apretó la ropa interior que sostenía en la mano y ataco.

"¿No eres un bastardo loco? ¿Qué hay con irrumpir en la casa de alguien? además ¡¿No deberías tener los gérmenes adecuados para estar más saludable?!"

Lear estaba tranquilo sin importar lo que Yohan dijera.

"Yohan, si te enojas así, envejecerás"

"¡Tú...!"