Introducción + Prólogo.

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La guía sobre el Gardenverse define al Floricultor como aquel capaz de producir flores en cualquier parte de su cuerpo (proceso por el cual el ser delicado siente dolor y se vuelve más frágil), más no a su antojo y variando por cada una de sus emociones. Dependiendo su vitalidad misma al cuidado y atención que reciba o se auto-realice. Siendo sumamente aconsejable la posesión u compañía de algún come flores (valga la redundancia) a lo largo de su vida, siendo éste un compañero fiel, dulce y protector, que con cariño y atención procure la salud y el cuidado de su floricultor a toda costa y viceversa.

Pues el gardenverse recalca la necesidad de que exista aquello llamado "Relación mutualista" donde ambos sean beneficiados por sus propias características.

Empezando por su alimentación.

...

Protección, aquello era lo que más deseaba en aquel momento y lo único que se le venía en mente al escuchar aquella pregunta sorpresiva que le había hecho su mejor amigo.

—¿Realmente no necesitas nada más que eso? — el más alto parpadeo incrédulo al escuchar la respuesta tan corta de su mejor amigo, pues desde su punto de vista la necesidad de tener un come flores en su vida iba mucho más allá de simple protección —¿Ni siquiera piensas en poder alimentarte?

El pelinegro más bajo negó repetidas veces sin querer decir mucho más, pues la idea de solo pensar en alimentarse a través de la persona que sería su pareja, le daba cierto asco. Él estaba muy bien con sus suplementos, que si bien no cumplían con todo su cometido, lo habían mantenido vivo por ya 17 años.

—Elegí protección solo para no quedarme sin decir nada, ¿Okay? — bufó sin gracia — ellos para mi no son tan necesarios, no los necesité en todo lo que llevo de vida, ¿Por qué los necesitaría ahora?

—Pienso muy contrariamente a ti — renegó Huening, pues el simple pensamiento de darle sus flores a alguien más que las aprecie de la misma manera en las que él mismo lo hacía, le daba cierta ilusión a su tonto corazón — si mi madre me permitiera salir más, seguramente ya hubiese encontrado a mi lapel.

Por esa razón no sales, aun eres muy pequeño para estar en una relación así, bobo — golpeo su brazo con leve fuerza. Pues ambos se encontraban recostados sobre la cama del mayor, entre vacilaciones y preguntas randoms que terminaban haciéndose al encontrarse demasiado aburridos.

—¿Deberiamos de hacer galletas de miel? — la voz del rubio hizo eco en la mente del más bajo, pues la idea no le desagradaba en lo mas mínimo — podríamos comerlas en la merienda antes de que mamá venga por mi.

—Realmente no te deja respirar, ¿Verdad?

—Es que se dio cuenta de que le había dado una de mis flores a Soobin la otra noche que vino a casa — resopló con frustración — y ahora piensa que nos vemos todo el tiempo cuando ni siquiera parece querer mirarme el muy idiota.

—¿Qué te hizo pensar que tenías una oportunidad con ese tonto? — Choi BeomGyu cruzó sus brazos con enfado, pues ya habían tenido ese tipo de conversaciones desde que el pelinegro alto llegó a sus vidas hace un par de semanas atrás y en todas ambos terminaban de la misma manera.

Peleando.

—¡Dijo que los botones de oro eran sus favoritas! — exclamó en su defensa, pues era demasiado notorio de su parte el repentino interés amoroso que había tenido en él desde que lo conoció.

Rastro de margaritas [YeonGyu] || GardenverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora