Gotas 15 y 16

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#15
Abrí y cerré varias veces la puerta. Aún así no se percató de mi presencia. Le echó la culpa al viento.

#16
Su perro había muerto hacía días, pero aún escuchaba las garras arañándole la puerta. Por desgracia, eso no era su perro.

220 gotas de lluvia y sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora