Gotas 97 y 98

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#97
Milagrosamente había sobrevivido a la explosión y se recuperaba de las heridas. No le valió de nada cuando quien la había provocado apareció en su casa para terminar el trabajo.

#98
Encontró la ouija en una venta de garaje. Jugó: caso omiso a las advertencias familiares. Los espíritus agradecieron su incredulidad. Llevaban años aburridos, desde la hermana menor de su abuela.

220 gotas de lluvia y sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora