Capítulo I

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—¡Se anuncia el casamiento de Portgas D. Ace y Marco, los niños dorados! —Gritaba una especie de pájaro que estaba volando por los cielos.

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Dentro de una casa muy grande y con aspecto elegante se encontraba un chico de cabello negro, dormido encima de su escritorio, pero de repente un grito por parte de su padre le llamó la atención. De prisa al escuchar el grito abrió una especie de jarro donde tenía presa a una mariposa roja con detalles negros, la cual al ser libre salió volando.

—¡Hijo, apúrate, que llegaremos tarde a nuestro encuentro con los Everglot! —Gritaba su padre Gol D. Roger.

—¡Ya voy! —Grito de mala gana, era de esperarse pues Ace tenía una personalidad de chihuahua enojado.

—Apresúrate cielo —Llamo su madre la cual se encontraba con un vestido extrañamente grande. —¿Piensas ir así de desarreglado? —Reprendió su madre mientras le arreglaba el traje y abotonaba la camisa, ya que este solo la traía a medias.

—¿En serio tengo que hacerlo? —Pregunto con una cara de incomodidad total, desde que era un niño siempre soñó con libertad, pero casarse iba ser un impedimento para ello, así que el no quería.

—Claro que si hijo, dentro de poco traerás orgullo a esta familia. —Hablo su madre con una sonrisa, mientras su esposo negaba con la cabeza ligeramente, no es que no estuviera un poco contento de estar emparentado con una familia rica, pero el también quería que su hijo se casase con alguien que de verdad amase, pero ellos como padres lo habían impedido.

—... —Ace no respondió nada simplemente siguieron el camino hasta la casa de su "prometido", en completo silencio.

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Ya en la casa de Marco los padres de Ace y los de Marco estaban en la sala discutiendo algunas cosas acerca del compromiso mientras ace había estado esperando sentado en un banco a la entrada de la casa. Había decidido no meterse en la conversa, después de todo no le gustaba la idea de casarse y la idea causaba unas expresiones muy exageradas por su parte. Se desabotonó su camisa, pues no había nadie por ahí, así se sentía un poco libre después de todo.

Ace continuó esperando, hasta que hubo algo que lo asusto bastante.

—¿Qué haces? —Pregunto una voz que hizo que ace se cayera de su banco hacia atrás, cosa que hizo que se levantara rápidamente, mientras el otro joven le ayudaba a levantar la silla.

—Disculpé mi incompetencia, Everglot... —Se disculpó mientras abotonaba su camisa nuevamente, ya que eso podría significar una falta de respeto hacia el mayor.

—No hay problema, por cierto soy Marco-yoi —Habló el rubio mientras acomodaba su traje un poco.

—Ace, Portgas D. Ace —Habló el otro mostrando la mano como muestra de saludo, lo cual el otro imitó.

—Se nota que eres un malhumorado, como quisiera no estar comprometido-yoi —Hablo el de peinado de piña con una sonrisa divertida, cosa que hizo sorprender a Ace.

—¿En serio? Yo tampoco quiero casarme contigo —Hablo un poco más contento el de pecas, mientras el otro solo sonreía.

—Para empezar soy mucho mayor que tú y además no me interesa la idea de tener pareja, y por lo que veo a ti tampoco-yoi —Explicó mientras simplemente se fregaba la nuca.

—Ya veo, al menos podremos ser grandes amigos. —Dijo Ace sonriendo un poco.

—Eso estaría bien-yoi —Sonrió Marco soltando una afirmativa hacia la propuesta de Ace.

El cadaver del novio//Acelu//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora