Cuando ingrese al mismo instituto que Charlotte, todas las personas de ahí me conocería y reconocerían por ser su hermana, aunque sabía que debía abrirme camino y ser conocida por quien era yo, no por mi hermana. Así que desde segundo de kínder empecé a hacerme de un nombre, la alumna de excelencia académica, que se llevaba bien con los profesores, mantenía el orden, algo que hoy conocemos como "la castrosa del salón", solo que si tenía amigos o eso creía. Me llevaba incluso muy bien con la directora, desde temprana edad desarrolle ese pequeño interés por tener un novio (según mi psicóloga y psiquiatra eso no es normal), ya que mi interés de tener novio iba con besos en la mejilla y un poco en los labios. A esa edad los niños sienten asco por las niñas y viceversa, y solo piensan en sacarse los mocos. Al parecer yo no, yo madure muy rápido en ese ámbito. (Y aun no me explico por qué), según la explicación psiquiátrica y psicológica "hubo un evento o vi algo que no era apto para mi edad, pornografía, violación, etc."
Pero bueno seguí creciendo y me hice de muchas amigas, siempre un historial académico de 10, se podría decir que era una lamebotas, pero tampoco diré que era una santa, si alguien me molestaba quería que pagaran y sabia como jugar (recuerden tenía como 5 o 7 años). Una vez una niña me amenazó de muerte por que el niño que le gustaba no gustaba de ella, pero sí de mí.
Pero el punto aquí es que, podía aparentar, pero todos mis cumpleaños, fechas importantes y todo eso, las pase "SOLA", mi madre trabaja, mi padre 24/7 ocupado y la relación con mi hermana digamos que ella era mi bully principal. Por ella y por toda la mierda del internet creo que a los 8 años empecé a preocuparme por cómo me veía físicamente.
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Una charla con la muerte
Novela JuvenilLas experiencias cambian a la gente, pero cuando te han jodido tanto como no pensar que la muerte puede ser tu mejor amiga.