1

116 10 0
                                    

Ahhhh la primavera, una hermosa estación, la fresca brisa de los días. Si, eran tan perfectos para el romance, para las demostraciones de amor, para ver florecer todos aquellos cultivos.

Lastimosamente, para la princesa Dahyun, esto era algo estúpido, odiaba todo lo que tenía que ver con cosas lindas, el amor, las rosas, los cultivos, la estación en si, su vida no era color de rosas y arcoiris, como los plebeyos decían ser, a veces le gustaba escabullirse de su madre Nayeon, y ir a ver cómo es el mundo más abajo. Sus visitas no eran del todo llamativas, pero tenía sus amigas, si, unas personas extrañas, su querida Chaeyoung y Tzuyu, ambas eran granjeras, así que a ambas les emocionaba la estación.

A veces el mundo de esta joven estaba en su contra, todo el tiempo.

— ¿A dónde estás divagando ahora, Im? — Pregunto con una sonrisa coqueta y una rosa en mano.

— ¿Otra vez tu, Taemin? — Lo odiaba con el alma. Era un insistente.

— Ay, siempre tan fría con tus comentarios, te quedarás sola así, pero lo bueno, ¡Podrás estar conmigo cuando nadie más este contigo! — Buscaba el lado bueno.

— Preferiría un costal de huesos a ti, además, llévate esa rosa, me dan náuseas. — Se levantó de su lugar y salió de allí. A lo que el pobre príncipe quedo rechazado, nuevamente.

Tres veces en la semana ya estaba siendo rechazado, era un hombre insistente, no parecía tener otro propósito en esta vida, aparte de conquistar a la joven de piel de porcelana, terminara peor que ella algún día.

...

Otro bello día, para todos menos para Dahyun, seguía siendo primavera, apenas empezaba, quedaba mucho tiempo antes de su fin.

Caminaba por los lugares que veía, esta vez, había pedido a su madre que la dejara salir, y sorpresivamente se lo permitió, no conocía ese lado de mamá Nayeon, la cuestión, pudo salir, camino y camino, los puestos no llamaban su atención, las personas tampoco. Ni siquiera estaban sus amigas, pero era un día bueno, ella no podía negarlo, decidió investigar más por el reino que existía allí...

Para su sorpresa, se perdió. Estaba en un bosque, no sabía cómo había llegado ahí, solo sabía que siguió un pequeño rastro de pétalos particulares, no eran rojos, ni amarillos, mucho menos blancos, no había visto otro color así en el reino, eso llamaba su atención, era curiosa, y eso a veces la jodía. Pero el camino termino siendo parado, no había más de ellos, no tenía como seguir, ni como volver, perfecto.

Cómo debería volver, no sé dónde queda el pueblo, esto me pasa por curiosa, pero, no había visto algo así en mis años de vida, pétalos de color azul profundo, océano, así podría describirlos.

Odio las rosas, pero estos pétalos son demasiado singulares, tengo que seguir, a ver, si yo fuera... Una cazadora, ¿Cómo me guiaría?... Con el olfato, espera, no tengo buen olfato, estoy jodida... Con la vista podría hacerlo, aunque no tenga ni la más mínima idea de dónde puede que yo esté en este instante, solo se que debo seguir, o volver, pero no pararé.

De repente sintió algo frío en la cabeza... ¿Que era? ¿Hielo? ¿Un cañón? ¿Una lanza? ¿La habían atrapado las demás tribus? ¿Que?

Giro lentamente su cabeza, el miedo recorría toda su espina dorsal, piernas, manos, brazos, ni siquiera sabe cómo pudo girarse.

Al voltear, vio a una hermosa joven de tés... No podía describirlo, estaba un poco sucia, con una pistola, llevaba ropas con sangre, un cinturón con varios bolsillos, supuso que eran para almacenar cosas, armas, cuchillas, etc, un hermoso cabello negro, ojos que podían matarte con solo verte unos pocos minutos, era más alta que ella, se veía intimidante la verdad, pero perfecta, muy bella joven.

— H-hola... T-te juro que si... No me haces daño, t-te traeré una recompensa del castillo. — Dijo con el corazón en la boca.

— Im Dahyun, princesa menor y consentida de la reina Jeongyeon, me presento.— Bajo su arma y hizo una reverencia. — Cazadora especial de sus madres, proveniente de la familia Hirai, única heredera. ¿Se encuentran bien?

Estoy muda... ¿Cómo mamá nunca me contó que tenían a una cazadora especial tan guapa? Se ve perfecta, formidable, tiene un buen cuerpo, pero, ¿No estará mal esto?... Ash, lo olvidaré.

— Estoy... Pérdida, sería de gran ayuda si me guías hacia el reino. — Ya un poco más calmada.

— Claro, sube a mí espalda. — Dio media vuelta y espero. — No tengas miedo, estarás bien.

Lo dudo poe un momento, odiaba la suciedad, cosas que no necesitaba tener en su vida, pero estaba pérdida, y un poco asustada, no tenía otra opción.

Salto sobre su espalda y se sostuvo con fuerza, cerro los ojos con la esperanza de que no la guiará a una especie de secta, o que la sacrificara o algo por el estilo. Sus pensamientos fueron interrumpidos por un fuerte impulso, un salto, dos saltos, tres saltos, abrió los ojos, ya estaba allí. En la puerta de su habitación.

— Pero...¡¿Que mierda hiciste Hirai?! ¿Eres humana? ¿Cómo llegue aquí tan rápido? — Pregunto asustada.

— Magia, cazadora encantada babe... — Dijo mientras se acercó lentamente a la joven.

Tomo sus mejillas con ambas manos, y plantó un pequeño beso en sus labios, Dahyun había tomado color, estaba más roja que un chile o un tomate. No pudo atinar a decir nada cuando la vio saltar por la ventana.

Hirai Momo... Había desaparecido, dejando la pequeña ilusión y deseo de un segundo encuentro entre ambas...

↜✢ One Rose for me moonlight ✢↝ °G!P•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora