Baji odia a las personas que fingen ser siempre amables, Chifuyu es la viva representación de esto.
♡ ;; baji keisuke x matsuno chifuyu
♡ ;; los personajes son propiedad de ken wakui
El azabache sabía que lo estaban siguiendo, aún cuando estaba en su edificio. Podía defenderse, lo sabía.
Preparado para golpear a quien fuera que lo siguiera volteo su cuerpo, pero lo que vio fue realmente una sorpresa.
¿Ese chico? ¿De nuevo?
—¿Matsuno...Chifuyu? —
—Ese mismo, Baji-san —. Le contesto, con una voz melódica y dulce como de costumbre, ese sonido que el mayor detestaba tanto.
–¿Por qué me estabas siguiendo, Matsuno? —, Keisuke bajo los puños que tenía alzados en caso de verse en la necesidad de defenderse, ese chico no podría lastimarlo demasiado.
—No lo estaba siguiendo, Baji-san —, volvió a responder, aún con su suave pero juguetona voz.
Ese maldito chico realmente estaba colmando la paciencia de Keisuke, lo único que quería era golpear su rostro y no volverlo a ver en su vida. Había algo en el, algo que lo hacía odiarlo mucho.
Se quedo mirando al rubio con una mirada perdida pero aun así agresiva.
—¿Te encuentras bien, Baji-san? — ese sonido que el azabache marcaba como inaguantable no se detenía, seguía y seguía. —Hoy durante el almuerzo te fuiste—.
—Estas enfermo — escupió el más alto de la nada.
—¿De qué hablas, Baji-san?— volvió a preguntar.
—"Baji-san" "Baji-san" "Baji-san", sólo cállate — la paciencia de el mayor estaba a nada de agotarse, si solo volvía a escuchar su apellido junto con ese insignificante honorífico al lado salir de la boca del rubio: mandaría a la mierda todo y no se contendría.
—¿Por qué me estabas siguiendo? —, interrogó, buscando una respuesta para incriminarlo.
—No te estaba siguiendo, Baji-san —, su paciencia había terminado, se acercó con pasos lentos al menor y lo tomó del cuello de su camisa, dejándolo a pocos centímetros de su rostro, a pesar de esto, el rubio no volteo su cabeza, ni siquiera su mirada.
Hicieron contacto visual, los ojos verdosos e hipnotizantes de Matsuno con los ojos oscuros y feroces de Baji.
Aún sin soltar al contrario, Keisuke cuestiono:
—Es la última vez que lo pregunto, ¿por qué me estabas siguiendo? — el rubio no respondió —¿Qué pasa?— el azabache soltó una risa sarcástica y sonrió ladinamente —¿Ahora te quedarás callado? — Chifuyu no parecía querer responder —Me observas durante el almuerzo y me sigues hasta mi edificio, ¿y no vas a darme explicaciones? —, el rostro del menor era inexpresivo, no parecía tenerle miedo al contrario a pesar de su intimidante físico.
Matsuno tomó la muñeca del mayor y la retiro de su camisa.
—Baji-san, yo vivo en este edificio —.
Sin siquiera despedirse, el rubio se marcho, dejando a Keisuke, de alguna manera, humillado.
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ESTA MUY CORTO PERDÓNNN, pero ya quería publicarlo 😞 prometo el próximo si lo hago más largo
