Capítulo 14

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Mariposas.

A Jungkook le gustaban las mariposas.

Le hacían recordar a una frase que le había dicho su madre cuando él era muy pequeño y un familiar suyo se enfermó, él nunca supo con exactitud qué le había sucedido, le habían tratado de contar pero la verdad es que algunas cosas simplemente son incomprensibles para los niños. La inocencia de un niño evita que tenga conocimiento de ciertos temas, y eso es bueno y malo. Bueno porque así lo proteges del mundo fuera de su burbuja, del mundo cruel que te espera allá afuera cuando te vuelves independiente. Malo porque si es que no lo conoces, y te topas con él, no sabes como lidiar con ello. Pero eso no depende de cada uno ¿verdad? Tus padres son los que eligen el cuándo decirte las cosas para que sepas defenderte, y hasta ese punto, ellos te defienden. Volviendo al tema, la frase era:  "Las mariposas no pueden ver los colores de sus alas, pero nosotros los humanos sí podemos ver lo hermosas que son. Igualmente, puede que pienses que no eres lo suficientemente bueno, pero los demás pueden ver lo especial e increíble que eres." 

Hay una gran filosofía en el mundo sobre el "por qué" de cosas que hacen los seres humanos. Pero si uno va a intentar recordar todo eso, se tardaría una vida y más en llegar a una conclusión, y nunca entender por el solo hecho de que los seres humanos cambian constantemente.

Jungkook apestaba en su clase de filosofía, pero sus amigos dirían que era bueno, solo que no le gustaba que alguien trata de imponer sus creencias en él, cada uno tenía su derecho a creer lo que creía después de todo. 

El chico estaba echado en una banca del campo de fútbol, podía escuchar los gritos de los chicos detrás suyo, la pelota moverse de aquí para allá y un grupo de chicas y chicos gritando por su equipo favorito, pero eso lo evitaba que siga absorto en sus pensamientos. Levantó su mano abrió los ojos, cubriendo un poco de la luz del sol con sus dedos, luego vio una pequeña sombra que se acercaba volando, y era una pequeña mariposa. No podía ver de qué colores era porque la luz se lo impedía, pero se paró en su mano por un par de segundos y él juraría que la vio mirarlo. ¿Acaso se podía ver los ojos de un animal diminuto y a unos treinta centimetros de distancia?

—Jungkook

¿Alguien lo llamaba? Giró su cabeza y no vio a nadie a su alrededor, solo las personas en el campo de fútbol. Esa voz se le hacía conocida, y los ojos de la mariposa le recordaban a...

—¡Jungkook! 

El chico se levantó de golpe como si hubiese estado teniendo una pesadilla y se encontró con el rostro de Taehyung mientras sentía los brazos del menor sacudirlo para que se despierte. 

Oh pero Jungkook seguía medio dormido. —¿Estoy en el cielo? Porque veo un ángel al frente mío

Taehyung se rio y lo ignoró, jalándole la mano para levantarlo.

—Jungkook estuve hablando los últimos once minutos y no me habías estado escuchando. Solo me detuve porque escuché tus ronquidos y estabas estirando tu mano como si fueras un niño que quiere que su mamá le de un chupetín —tal vez Taehyung había exagerado, solo había estado dormido unos cinco u ocho minutos, pero igual era tierno verlo sobarse los ojos como si hubiese dormido por diez horas—.

—Discúlpame Tae, ¿qué me decías?

Taehyung le resumió un poco lo que le había estado contando. Sus padres ya sabían que él gustaba de los chicos y no de las chicas cuando se refería a una relación romántica, pero nunca había salido con nadie antes y los últimos tres días se había hecho un lío mental sobre si es que debía contarles acerca de cierto castaño que había estado en su cabeza los últimos diez meses o  si no debía hacerlo. No era que pensara que sus padres no los apoyarían, era más bien... miedo. No quería que Jungkook se enojara con él por definir una relación con él y encima en frente de sus padres, era la primera vez que él tenía pareja y era la primera vez que Jungkook gustaba de un chico. Al final les terminó diciendo, intentó no decir su nombre, sino decirles que en unos días les iba a contar pero estaba tan emocionado cuando sus padres lo miraron con una sonrisa en el rostro que se le escapó de la emoción toda la historia y terminó contando hasta los más mínimos detalles que no eran muy relevantes, para ellos, porque para él cada momento lo era. 

Heartstopper | KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora