*Tres días después*
El reloj marcaba las 14:45, solo faltaban algunos minutos para que su jornada terminara, asi que guardó su carpeta y se levantó del escritorio llamando la atención de sus alumnos...
— Bien, niños — los llamó, los jóvenes voltearon a verlo — Esta semana estaré ausente, me iré de viaje, por lo tanto quedaran a cargo del profesor Banner, ¿de acuerdo? — todo el salón omitió un "ohh" de frustración.
— ¡El profesor Banner es aburrido! — exclamó uno de los niños.
Rogers reprimió una risa y ladeó la cabeza mirando a su alumno.
— ¡Es cierto! No queremos hacer sus trabajos, profesor Steve — se quejó otra niña. Y así comenzaron una cadena de quejas por las técnicas de aprendizaje del adulto.
Agitó lentamente sus manos hacia abajo para que se tranquilizaran y en unos segundos las voces cesaron.
— Escuchen, solo serán unos días, ¿okey? Se que el profesor puede ser algo... raro pero hablaré con él para que no sea tan aburrido — todos los niños festejaron y sonrió divertido — Prométanme que van a portarse bien...
Todos asintieron entusiasmadamente.
— ¿A dónde se va, profesor? — preguntó una de sus alumnas. Los demás lo miraron curiosos y atentos a su respuesta.
Al sentir las miradas no pudo evitar sentir sus mejillas arder.
— Bueno, llevaré a mi esposo a festejar nuestro aniversario — otra vez, el aula se llenó de "ohh" por parte de los chicos, pero esta vez en un tono más pícaro y divertido.
Sí, sus mejillas estaban rojas.
Tras decir eso y un par de cosas más, la campana sonó indicando la última hora de clases y rápidamente todos los niños juntaron sus cosas y se dirigieron a la salida, no sin antes saludar al profesor Steve. Acomodó su abrigo, soltó un suspiro y caminó a la salida de la escuela para buscar su auto en el estacionamiento.
Rogers trabajaba en la escuela como maestro de Artes Visuales. Cuando terminó de estudiar, se mudó a Nueva York buscando un empleo y rápidamente fue admitido para enseñar a alumnos de primer año de secundaria. Su grupo de niños era muy lindo, siempre trataba de buscar actividades y trabajos que realmente reflejaran el arte y los incentiven a usar toda la creatividad e imaginación que tuvieran. Y le encantaba. Pero lo mejor de su trabajo, es que ahí fue donde conoció a su esposo, a Tony.
Resulta ser, que la hija de Pepper, Morgan, asistía a la escuela donde Steve daba clases. En una de las tardes, cuando los niños estaban siendo recogidos por sus padres, la pequeña niña estaba a cargo de su "Tío Tony". El castaño llegó un poco tarde a buscarla y, cuando vió quién estaba aguardando por ella en la salida para no dejarla sola, se encontró con una cabellera rubia y unos ojos azules que le robaron el aliento en pocos segundos.
Ahí comenzó todo. Y si bien Rogers conocía algo sobre semejante figura, jamás se esperó tener que darle una lección por llegar tarde a recoger a la pequeña Potts. Y tampoco se esperó ser a quien el moreno le derritiera el corazon con su personalidad.
Esa era su divertida historia. Y ahora se encontraba cruzando las escaleras donde lo vió por primera vez, cara a cara, saludando a un par de alumnos que se iban.
El aire fresco le pegó en el rostro y se llenó de él. Pensaba constantemente en el asunto de sus hermanos, la cantidad de pensamientos que lo invadían no eran para nada tranquilizadores, y tenía miedo de seguir investigando.
Cuando llegó al lado del vehículo, se metió adentro y dejó su bolso en el asiento del conductor. Encendió al auto y estaba a punto de arrancar hasta que su teléfono sonó. Una llamada entrante...
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The Deal || Stony Fanfic
FanfictionUna discusión familiar, un acuerdo firmado y un negocio que debe seguir en pie; nada fácil para uno solo, por lo tanto, en un inoportuno momento, Steve Rogers debe volver a su ciudad natal para reparar el daño que sus hermanos han provocado en su au...