"Capítulo 4: Reencuentro"

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Los tres conectaron miradas, ahí, en medio de la entrada de la casa y, tras ese pequeño comentario de Ransom nadie volvió a hablar. No hasta que una tercer persona apareció detrás de ellos.

Un hombre mayor, de camisa azul oscuro y con una expresión que Steve no sabría describir; aquel al que llamaba padre y al que no sabía exactamente qué decirle...

— Steven — soltó. Casi como un suspiro, con un tono esperanzador, nostálgico. Con esa amabilidad que nunca esperó y la seguridad de que algún día vendría.

El rubio tragó en seco, ain sintiendo ese fuerte nudo en la garganta.

— Papá — murmuró.

Lloyd y Ransom compartieron una mirada firme. No mala, sino cómplice, tal vez por un lado esto no les desagradaba tanto...

El viejo no dijo nada más, se abrió paso entre los dos hermanos y atrajo a su hijo hacia él en un, inesperado, pero cálido abrazo.

Oh... vaya

No lo esperaba, mucho menos de él. Pero tuvo que admitir que, ese abrazo, le venía más bien de lo que creyó. Lo siguió, porque el momento lo ameritaba y él realmente lo necesitaba. Lo quería, era inevitable.

Palmeó su hombro y tras unos segundos se separó para mirarlo a los ojos; era su viva imagen.

— Me alegra que estés aquí — musitó, mirándolo a los ojos y se dió cuenta de que no mentía.

Era enorme el brillo en ellos.

Ladeó la cabeza con una pequeña sonrisa.

— También me alegra estar aquí — no sabía decir si eso era del todo cierto, pero quería aferrarse a esa idea.

Después de todo no tenía opción.

Cuando ambos dejaron espacio libre y, volvieron a ese incómodo triángulo, Drysdale fue el primero en romper el hielo, como siempre.

Sonrió divertido e hizo una mueca.

— Supongo que extrañabas nuestras divertidas discusiones, ¿no es así? — rió.

La risa de Ransom era contagiosa, por lo cual, no pudieron evitar reír.

— Supongo que sí, ¿no has cambiado Hugh?

Al instante su cara se transformó.

— No me llames así, Grant.

— Oye, tranquilo, tu nombre te hace más homosexual de lo que ya eres y no es algo malo — agregó Lloyd burlón.

Steve soltó una risa negando.

— Tú cállate, ni que fueras el más hetero de los tres.

— Shh, tranquilo princesa — lo calmó Steve.

— ¡Mamá, diles algo! — exclamó el ojiazul fastidiado entrando a la cocina.

Ambos hermanos negaron con diversión — Vamos, pasa — dijo Lloyd.

Y lo hizo. Entró y su corazón se aceleró al sentir de nuevo ese aire tan familiar y hogareño que hace mucho no sentía. No lo olvidaba, pero era mejor de lo que recordaba.

Tony cerró la puerta detrás suyo siendo que aún no se habían percatado se su presencia y atinó a quedarse detrás de Steve.

Al final no es tan malo — pensó.

La mujer salió de la cocina y, al ver la cara del trillizo más grande ensanchó su sonrisa y se acercó a él.

— Steve — soltó en un hermoso suspiro.

The Deal || Stony FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora