Él en verdad odia a Corey, él lo odia porque arrastró a Mason de nuevo al mundo sobrenatural haciendo que su mejor amigo estuviera en contacto con la nueva amenaza que se presentaba ante Beacon Hills.
Él sabía que Mason no era el mismo desde los Doctores del miedo, por eso era que había pedido a quien estuviera allá arriba que nadie más intentara arrastrar a su mejor amigo en casos como estos.
Pero claro, nadie lo escuchó porque a la primera oportunidad, Mason ya estaba de nuevo en casos sobrenaturales.
Él se encontraba furioso y es por eso que estaba ahí, buscando al novio de su mejor amigo para decirle unas cuantas cosas. Lo que no sé esperaba era que al salir del instituto esté ya lo estuviera esperando.
-Antes de que digas nada, déjame hablar primero. - pide el joven quimera, Liam no dice nada, así que eso lo toma como que le dará la oportunidad de hablar primero, así que lo hace. - Solo quería decirte que me equivoqué - comienza -, pensé que podríamos odiarnos y no importaba, pero sí importa- cuando el quimera ve que el joven lobo no iba a hablar, él continuó -Me importa Mason y él nos importa a los dos.-
Liam sabe que así es, por eso es que después de unos segundos decide hablar
-No quiero interponerme entre ustedes dos- confiesa, mirando fijamente al joven que se encontraba frente a él
-Yo tampoco- concuerda -, pero si seguimos así, él puede sentir que debe escoger.-
-¿Quieres que finja que no paso nada?- pregunta, dejando escapar un pequeño gruñido.
-Podemos trabajar juntos- ofrece -, podemos trabajar juntos, encontrar algo juntos.-
-¿Ah si? ¿Cómo qué?- pregunta de nuevo. Liam trata de esconder la curiosidad que le da eso último dicho
-Un rastro de ellos.-
Liam parece comprender a lo que se refiere -¿Un jinete fantasma?- pregunta al fin.
Corey asiente, mientras que estira su mano hacia el beta, como un ofrecimiento a que le tome la mano. Liam duda, aunque haya pasado mucho tiempo de lo de Theo, él no tiene confianza en Corey. Pero al final de un rato, acepta su mano. Si él quiere ayudar en algo a su alfa, tiene que hacer cosas aunque no le agraden.
Al momento en el que sus manos están unidas se vuelven invisibles ante los ojos de cualquier humano.
Con pasos cuidadosos pero decididos se dirigen hacia la biblioteca, intentando encontrar algo que les pueda dar una pista.
Después de caminar un poco más, se detienen frente a las escaleras que llevan a un segundo piso de la biblioteca.
-¿Sabes qué estamos buscando?- pregunta Liam cuando ve que Corey solo sigue mirando a los lados.
-Si es un libro estaremos mucho tiempo aquí- responde, tratando de aligerar el ambiente tenso que estaba instalado entre los dos. Pero no parece funcionar, porque en cambio recibe una sonrisa sin gracia por parte de Liam.
Deciden no darle importancia a la mala broma del joven quimera y vuelven a buscar por todos lados algo que les lleve a una pista de los jinetes fantasma.
A simple vista ellos no ven nada, hasta que Liam fija su mirada hacia el barandal del segundo piso. Allí, en ese lugar, se encontraba un pequeño objeto blanco que llamó demasiado la atención del ojiazul.
-¿Ves eso?- pregunta él, atrayendo inmediatamente la atencion de Corey.
-Sueltame- dice, al mismo tiempo del que el lobo lo hace. Liam vuelve a ser visible de nuevo, y a Corey no puede verlo, pero lo escucha. Él escucha como sube las escaleras y mueve algunas cosas a su paso. -¿Aún la ves?-
Liam vuelve a dirigir su mirada hacia donde había visto aquel objeto, pero este ya no estaba ahí. -No, se ha ido- responde, sintiéndose confundido por el suceso.
