La mantequilla

La señora mosca.

Todo empezó en un soleado día de verano.

La señora mosca, cómo no, estaba pasando el día en el salón de su casa. De mientras estaba viendo su programa favorito de zumba llamado "Moscas bailarinas". Su bailarín favorito se llamaba Justin la mosca.

Justin la mosca, era una de las celebridades más conocidas en todo el mundo por sus bailes de zumba y su melena rubia.

Continuó siguiendo los pasos de los bailarines hasta que un fuerte sonido retumbó por toda la casa. Como la señora mosca tenía problemas auditivos, no escucho absolutamente nada.

Mientras la señora mosca intentaba seguir el ritmo de los bailarines, le entró mucha hambre.
Por eso decidió darse un capricho e ir a por un poco de mantequilla, su comida favorita.

Fue andando a su pequeña cocina, abrió su blanca y vieja nevera y busco la mantequilla en el sitio donde la dejo la última vez.

Raramente no la encontró.

Siguió buscando, y buscó por todos los rincones de la pequeña cocina.
Sin tener éxito en la búsqueda una idea terrible, preocupante y tenebrosa pasó por su cabeza.
-Me han robado mi mantequilla.- se dijo así misma insegura.
-¡NO PUEDE SER, NO PUEDE EXISTIR UN SER TAN HORRIBLE COMO PARA HACER ESTO!- gritó desesperadamente.
Y en pocos segundos, se desvaneció, cayendo trágicamente al suelo.

Pero, pocos segundos después se levantó vengativa.
Obviamente el desvanecimiento no importó en esa terrible situación y rápidamente acudió a por su teléfono.

Asustada marco al número de la guardia civil para esta peligrosa situación. No habría mejor persona para este caso, aunque, eso es lo que pensó en un principio...