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Era el comienzo de las vacaciones de navidad y Holly iría a pasar unas semanas con los Potter para que los abuelos del bebé la conocieran antes del nacimiento del pequeño. James observó a la Gryffindor que caminaba cabizbaja arrastrando su baúl por el pasillo.
—¿Estás nerviosa?—le pregunto el azabache a la pelirroja.
—¿Por conocer a tus padres? ¡Claro, que no!—mintió intentado ocultar sus nervios—¿Crees que les agrade?
—Mis padres te van a adorar—respondió con una sonrisa tranquilizadora.
Holly siento un brazo rodeando su cuello se trataba de Casiopea, luego de semanas intentado ganarse su amistad lo había conseguido. En la estación de Hogwarts había varios estudiantes de diferentes cursos entre ellos estaban los otros tres merodeadores y Oliver, como de costumbre Sirius molestaba al pelirrojo mientras Peter y Remus charlaban animadamente.
—Dejame que te ayude—dijo Potter ofreciendo a subir el equipaje de la pelirroja—Leí que no era bueno levantar mucho peso durante el embarazo.
—Gracias—dijo sorprendida.
Hace menos de dos meses ni siquiera quería saber sobre su bebé y ahora hasta lee sobre el embarazo. Holly subió junto a los merodeadores y Casiopea para adentrarse en uno de los vagones vacíos del tren, los que eran bastantes. La pelirroja se sentó junto a la ventana enfrente suya se sentó Casiopea, comenzaron a charlar sobre las vacaciones.
Holly amaba la navidad era su fecha favorita cuando toda la familia se reúne para celebrar juntos. Amaba ver a sus dos sobrinos jugar con nueva fuera de la casa junto a sus hermanos menores, sus charlas sobre los objetos muggle con su primo Arthur y hornear comida de niche buena junto a su madre y la esposa de su primo. Y el próximo año abría un nuevo Weasley en la mesa.
—¿En qué piensas tanto?—pregunto la peli-negra con curiosidad.
Holly acarició su vientre con una sonrisa: —Es una bobada.
—No importa—insistió la Black.
—El próximo año habrá un bebé celebrando la navidad con mi familia y conmigo—respondió sin dejar de sonreír—Voy a por unas golosinas ¿Quieren algo?
—Algo de chocolate, por favor—pidió Lupin con timidez.
—Grageas de todos los sabores.
Por suerte la señora del carrito no estaba muy lejos de su comportamiento, luego de haberle servido sus golosinas a unos estudiantes de primer y segundo año se dirigió a la pelirroja
—¿Quieres algo, cielo?
—Dos cajas de grageas de todos los sabores, dos ranas de chocolate y dos chicle superhinchable—respondió mientras iba sacando algunos galeones de sus bolsillos—Muchas gracias.
Holly caminaba hacia su comportamiento con la cabeza agachada por lo que vio al joven que estaba por chocar contra ella.
—Perdón, iba distraída—se disculpó poniéndose en pie—Eres tú, adiós.
—Espera, Holl, quería disculparme por mi comportamiento de la otra vez—se disculpo Stanley agarrando a la pelirroja por la muñeca—Fui un completo idiota.
—No soy una persona rencorosa, acepto tus disculpas.
—Gracias, Holl—dijo mientras la abrazaba a la fuerza.
Holly alejó al peli-negro al girarse pudo observar como James se volvía a adentrar a su comportamiento molesto.
━━━━━━━━NOTA DE AUTORA
¿Que tal? ¿Os a gustado?
Aquí os dejo otro capítulo. Intentaré actualizar más seguido.
Si tiene alguna teoría no duden en dejarlas en los comentarios.
