Capitulo. 4. Peleas.

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Los días transcurrian tranquilos en la casa Ryuguji. Shira preparaba una deliciosa cena. Habia dejado a su niña jugando en el piso de la sala. Mientras que su hermanito debia estar en su habitación.

O eso pensaba.

- ¡Ken! ¡A comer!- Gritó a los pies de la escalera.

No se asombró al no recibir respuesta. Era viernes. Lo normal es que Ken estuviera cansado. ¿No? Quizá se habia quedado dormido. Lo que si le asusto fue no escuchar los balbuceos de su pequeña.
Caminó hacia la sala. Su corazon se detuvo cuando vio a la bebe tirada en el piso al lado de un charco de vómito.

- Ay no... - Murmuro corriendo hacia la pequeña.- ¡Ken!

Gritaba en nombre del menor, pero no respondia. Despues de tomarle la temperatura a la pequeña y revisar algunos signos corrio a su cuarto a buscar al bolso. Iria al hospital. Probablemente solo era una indigesta. Pero no correria riesgos.

- ¡Ken!- También debía despertar a su hermano. No se iría sin avisarle.- ¡Ken!

Grande fue su sorpresa al no encontrarlo. No estaba en la habitación. Habia jurado que el chico habia regresado de la escuela hacia unas horas. ¿Entonces salió sin avisarle? Dejó una nota en la mesa del comedor y corrio a toda velocidad al hospital más cercano.
En pocos minutos la atendieron y como había supuesto, la pequeña solo tenía una indigesta. Nada que no se solucionara con un pequeño tratamiento en unos pocos días. Pero ahora su preocupación era otra más.

- ¿Donde demonios estabas Ryuguji Ken?- Dijo la mujer al llegar a casa y encontrar al menor comiendo algo en la sala.

El chico desvío la mirada y ella se pudo dar cuenta de los moretones en su rostro.

- No te muevas de aqui.
Subio hasta su cuarto y dejo a su bebe en la cuna. La niña la miraba con grandes ojos aun con algunas lagrimitas.

- Tranquila mi amor.- Susurró dejando un beso en su mejilla.- Ya todo esta bien. Descansa y mejora pronto.

La niña se quedo adormilada en el cuarto, mientras Shira fue a buscar un botiquin. Regreso con su hermano que le esperaba en la sala.

- ¿Puedo saber que paso?- Dijo sentandose frente a él para curar sus heridas.

- Nada.. ay...- Se quejaba al sentir el ardor del alcohol.

- ¿Esto no es nada? Entonces no te estas quejando por nada, ¿verdad?- Le reprocho sin parar de limpiar la herida.- Ahora te aguantas.

Shira continuó con su trabajo. Cuando terminó de poner un par de curitas decidio volver a preguntar.

- ¿Quién te hizo esto?

- Unos imbéciles, pero no volverá a pasar.- Dijo mirando hacia otro lado.

- Claro que no volverá a pasar.- Dijo Shira.- Me diras donde estan esos imbéciles y yo me ocupare de...

- No..no...no.- Dijo precipitadamente el chico.- No funciona así.

- ¿No?- Pregunto Shira de forma brusca.- Te dire como funciona para mi. Eres mi hermano y estas bajo mi cuidado. Quien se meta contigo tendra problemas conmigo. ¿Entiendes eso?

Draken asintió algo dudoso. Sabia que su hermana estaba enojada. Para sumar que habia salido sin permiso, y su sobrina estaba enferma. También lo habian magullado y ahora tenia que servirles a esos imbéciles de la secundaria. Pero eso no lo diría.

- Para la otra que salgas quiero saber donde estes o con quien estes.- Dijo Shira para regresar a la cocina. Tenía que preparar algo adecuado para su hija.

Draken asintió a su solicitud y agradeció que no le insistiera más sobre el tema de sus heridas. Lo que no sabia era que Shira estaria más al tanto de sus salidas a partir de ese momento.
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Hola. Como estan? Disculpen la tardanza. Que creen que hara Shira? Se quedara de brazos cruzados? Que harían ustedes?
Cuidense mucho. Hasta pronto.

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