Cap. 23 ★

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— Hey nene, despierta — Jimin se movió suspirando, aún con sus ojos cerrados, sin intenciones de hacer caso a las palabras de un pelinegro que estaba sentado a un lado de él, observándolo dormir, sin dejar de pensar en las palabras de Yoongi. Tal vez tenía razón, tal vez el rubio solo quería olvidarse de Min por esos días para después hablar y disculparlo, pero en lo que eso pasaba, Jungkook estaba dispuesto a darle todas las atenciones que pudiera, no para recibir algo a cambio, simplemente porqué le nacía.
— Nene, es tarde, tienes que despertar —

— Hmm, kook... —

— Te he traído el desayuno Minnie — Habló el pelinegro, notando como Jimin seguía con los ojos cerrados — Nene... —

Jeon subió una de sus manos a la mejilla del chico, acariciándola con un dedo, notando que finalmente el rubio abría sus ojos lentamente.

— Hola kook — Saludó sonriendo

— Hola cielo ¿Dormiste bien?— Preguntó

— Demasiado bien — Contestó Jimin estirándose — Auch, auch, auch —

— ¿Te duele mucho?— Cuestionó Jeon con sus ojos preocupados

— Estoy bien kook, no te preocupes — Habló Jimin sonriendo, sentándose con cuidado en la cama, acercándose al contrario y darle un pequeño beso — Hay que desayunar —

El pelinegro asintió, odiando su cabeza por estar pensando en que eso pronto acabaría, que ya no tendría a Jimin por las noches para ver películas de terror, no lo tendría en las mañanas para verlo despertar con sus cabellos rubios alborotados, que no tendría el calor de su cuerpo en las noches que lo hacía dormir como un recién nacido, totalmente en paz, odiaba pensar que el chico se podría alejar de él, dejándolo a la deriva, con todo el amor que le tenía. Se obligó a tranquilizar sus pensamientos, en disfrutar de el momento y no pensar en el mañana, solo enfocarse en Jimin quien estaba muy contento comiendo su fruta mientras hablaba que en la tarde, después del trabajo, le gustaría ver alguna película de Disney, totalmente concentrado en su plática.

Al termino del desayuno, el rubio se fue a duchar, asombrado con lo lindo que era el baño, notando todas las marcas que tenía, haciéndolo sonreír, se sentía tan bien estando con aquel pelinegro. El agua en sus músculos le ayudó a desaparecer un poco el dolor que le había causado la noche anterior, pero que había disfrutado como loco. Después de ducharse, arregló su cabello, se maquilló un poco y se colocó un lindo atuendo para el trabajo, al bajar las escaleras encontró a Jungkook en la cocina, recargado sobre la barra del lugar, mirando su computadora con su entrecejo fruncido, el chico se acercó con lentitud y al llegar atrás del chico coló sus manos por el saco del contrario, pasándolas por su cintura, abrazándolo

—¿Nos vamos?— Jeon sonrió inmediatamente, colocando una de sus manos encima de las del chico

— Si nene, solo dame unos segundos — Contestó Jungkook, tecleando unas cuantas veces más para después cerrar la laptop y girarse — Te ves increíble Minnie —

— Tu también — Habló el rubio colocándose de puntitas, dejándole un tierno beso en los labios, haciendo sonreír a Jeon, quién al apartarse tomó las manos del rubio, dejándoles un delicado beso

— Hay que irnos — Jimin pasó saliva y asintió, enternecido por la acción del contrario, siendo guiado a la salida del departamento para irse al trabajo.

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