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Dormir con Yeonjun era muy lindo, él siempre lo abrazaba, dejaba que escondiera su rostro en su pecho para que sus latidos lo calmaran, solían tomar su mano y entrelazar sus dedos también, se sentía bonito.

También su cama era muy grande, y siempre tenía espacio para él.

Recordaba una vez que había visto en la televisión, que esas camas se llamaban "matrimoniales", entonces Soobin entendió que serían para dos personas, para una pareja.

—Yeonjun.

—Binnie.

—¿Por qué tu cama es matrimonial?

—Porque sí.

—Porque sí no es una respuesta. —Dijo Soobin, sus labios formaban un adorable mohín, era lo que Yeonjun siempre me decía. —Esas camas son para parejas, pero tú estás solo.

La sonrisa de Yeonjun flaqueó un poco.

—No estoy solo, Soobin , te tengo a ti. —respondió, pero no era la respuesta que Soobin quería.

—Pero debes tener a alguien para dormir juntos. —Dijo.

—Tu duermes mucho conmigo. —Dijo intentando evadir el tema.

—Pero yo no soy tú pareja. —dijo, como  el ceño fruncido, parecía que en cualquier momento iba a empezar una rabieta.

Yeonjun tuvo que tomarse un momento para recomponerse, suspiró un poco.

—¿No tienes novia, Yeonjun? —pregunto de nuevo el rubio.

—Novio, Soobin, es un chico. —Dijo, bastante bajo. —Y tenía.

—¿Qué le pasó? —Preguntó con toda la curiosidad y la inocencia del mundo, Yeonjun casi quería llorar.

—Él... Se olvidó de mí. —Respondió él castaño, sin mirarlo, no podía mirarlo sin llorar.

—¿Cómo se puede olvidar de ti?

Yeonjun soltó una pequeña risa, melancólica, casi parecía un chiste de mal gusto.

—A veces hay un problema... Y pasan muchas cosas malas, y de repente, la gente te olvida, se olvida de todo... Y aunque estén contigo, ya no son los mismos, como si fuera una persona totalmente diferente.

» Eso le pasó a mi novio, Soobin... Le hicieron algo malo, se olvidó de todo y ahora él es otra persona.

Soobin sólo se quedó quieto, sus ojitos se movían mirando al suelo, y por un momento el castaño casi creyó que había destacado algo en su cabeza, algo que podía volver a lastimado, y hacerle mal, se asustó y se acercó a él para tomar sus mejillas.

—¿Soobin? ¿Estas ahí? —preguntó con preocupación, los ojitos miel del pelinegro lo miraron con algo de confusión—¿Estás bien?

—Mmm.. —dijo asintiendo. —No te preocupes por tu novio, Yeonjun... Me tienes a mí. —dijo, sus manitos de posaron sobre las del castaño, y sonrió con ternura.

Yeonjun sonrió con algo de dolor.

—Claro que si, Soobin, tú también me tienes a mí, para siempre. —dijo, antes de abrazarlo y dejar un beso sobre su cabello.

En parte, a Soobin le gustaba dormir con Yeonjun porque sabía que el castaño también necesitaba de su compañia.

Se tenían el uno al otro.

Memories || YeonbinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora