Me levante para ir directo a desayunar. Nada nuevo. Existía una cafetería en la planta baja del edificio, así que me encamine hacia ahí para ver si tendrían té o en dado caso que no hubiera café. Aunque es muy probable que si haya té.
Al entrar pude notar a varias personas, algunas más despabiladas que otras.
Mientras estaba haciendo fila para poder obtener mi té sentí como alguien me tomo del brazo y lo rodeaba para abrazarlo.
Al voltear pude ver de quien se trataba
No él de nuevo.
"Waaa, hay mucha fila."
¿Por qué de todas las voces las cuales podía escuchar en la mañana tenía que ser la de él?
Intente ignorarle en la mayor parte posible; no era tan difícil hacerlo, al final supuse que se cansaría de tanto esperar y me dejaría solo de una vez por todas.
"Me pregunto si el café será gratis, no me importa que no lo sea, lo puedo pagar... más o menos, aunque lo mejor seria que fuese gratis. ¿Usted qué opinas, Superior?"
Odio que se dirija a mi de la manera en que lo hace, pero, aun así, no puedo evitar sentirme un poco feliz cuando lo hace. Es un poco contradictorio. Demasiado contradictorio.
Intente evitarlo un poco más, aunque sabia claramente que seguiría insistiendo hasta que le contestara. Su voz era reconfortarle. Se escuchaba alegre, no sabía cómo podría estar arregle bajo tanto estrés. Tal vez es una de esas personas que controlan su estrés de manera diferente y estando alegre.
"Supongo que sí han de ser gratis. Es normal igual que haya mucha gente, la mayoría de trainnes está aquí así que, es normal que haya demasiada gente" dije mientras le miraba a ver.
Se veía curiosa hoy. Aunque es algo extraño, parece que su corte de cabello esta mal cortado. Supongo que así le gusta.
"Entonces si es normal. Esperemos juntos a nuestro turno, no me gusta esperar sole."
Ahí esta otra vez. El cambio de pronombres a la hora de dirigirse hacia si mismo. Es algo curioso, nunca había visto a alguien hacerlo. Es como, si fuera cambiando los pronombres conforme hablara. No me molesta en lo absoluto, aunque me parece algo curioso.
La palabra curioso describe muy bien a Yangyang.
Después de una larga espera en el café. Al final no salió todo como esperábamos. Apenas llegamos solo tuvimos alrededor de 5 minutos para terminar nuestro desayuno, ya que los entrenamientos iban a comenzar y no seria algo muy lindo de nuestra parte dejar que todos esperaran. Bueno, tampoco es como si nos vayan a esperar, dudo mucho que hagan ello. Lo mejor será solo llegar temprano para evitar problemas, si, esa fuese la descripción perfecta.
Llegamos 5 minutos antes, ya que la instructora llegaba tarde- Algo demasiado conveniente si me lo preguntan a mí, pero aun así es algo que agradezco.
Me pregunto por qué Yangyang quiso ser idol. Tal vez debería de preguntárselo.
Al finalizar el entrenamiento, nos retiramos a las habitaciones que fueron asignadas para cada uno, fue un día largo, lo único que quería es comer y dormir. De igual manera algo en mi me decía que siguiera practicando para mejorar y no quedar eliminado de manera tan deprisa. O de inmediato. Mire de reojo a Yangyang, como siempre demasiado despreocupada, como si no le importara quedarse o irse.
Quisiera tener esa despreocupación.
Paso la semana demasiado rápido. Ya era viernes por la noche, último día de entrenamiento. Aunque pareciera un descanso, en realidad era el momento de más ansiedad para todos. A diferencia de los demás Idols, nosotros no empezamos en un programa de supervivencia, por lo que no fue por media de elecciones el como nos quedaríamos. Todo dependía de nuestro desarrollo a lo largo de las semanas de entrenamiento. Una vez quedado el grupo definitivo, los empezarían a entrenar.
La manera de promoción era algo curiosa y nadie sabia nada hasta el momento, así que todos suponíamos que seriamos promocionados una vez que el grupo ya este listo. Si no, es que ya han empezado las promociones y nosotros no teníamos idea de nada de ello.
Tampoco es algo de lo que nos deberíamos de preocupar en estos momentos, en estos momentos lo único importante era sobrevivir.
Empezaron a llamar a las personas que habían sido descalificadas esa semana. No eran nadie que conociera ni me importara, al final solo se pretendía sobrevivir y eso es todo. Nada más ni nada menos.
Todo paso como había planeado. O eso pensaba.
Todos aquellos a los que les había echado el ojo los habían sacado de primeros, pese que solo seria algo común, alguna coincidencia, pero me equivoque.
No pude pensar nada más cuando escuché mi nombre entre los descalificados.
