¿Amor de enemigos u odio de hermanos?

Lyra Vs. Lemy

El viaje a la escuela era de lo más tranquilo... Para familias con padres que solo tienen una sola hija.

—¡Ayayahadadada... —Lemy cómo de costumbre simulaba tocar una guitarra de aire con sus audífonos puestos, el pequeño castaño movía de forma rítmica su cabeza hacía adelante y hacía atrás.

Era tranquilizante para Luna ver a su segundo hijo divertirse cómo lo solía hacer ella cuándo era más joven.

—Bubu babada... —Ella tampoco se quedaba atrás. Usaba sus audífonos mientras conducía, escuchaba sus canciones favoritas de su ídolo, Mick Swager. —Oooh Mick, cuánta falta nos haces. —Se lamentó ella con la mirada baja. Le dolía mucho a veces pensar que su más grande ídolo había muerto hace ya diez años. —Esta va por ti Mick. —Dijo Luna levantando su vista al cielo en el momento que ponía una canción en el reproductor de su auto. Una que ella misma escribió en homenaje a la más grande estrella de rock de todos los tiempos, según ella.

La canción al principio era tranquila. Pero debemos recordar que si se trata de rock'n roll, nada es tranquilo.

¡Si no te hubieras ido ya, nuestras vidas seguirían igual!

Pero cómo aquí ya no estas, pues una parte de nosotros, hace falta. Tu nos haces falta, mucha falta, mucha, mucha falta...

Era una bonita canción... Para los dos rockeros que iban en el auto. Ya que para la joven cantante de música clásica e instrumental, era un maldito martirio que no estaba próximo a acabarse.

—¡Mamá, ¿¡Puedes bajarle el volumen!? —Gritó Lyra ya cansada del incesante ruido y también de su molesto hermano menor, el cuál no dejaba de chocar con ella a propósito mientras simulaba tocar un instrumento invisible.

—¿¡Qué quieres mi vida!? —Luna alzó la voz, ya que ni ella escuchaba nada de nada. —¡No te escucho!

—¡Qué le bajes el volumen! —Gritó Lyra.

—¿¡Qué!? —Gritó Luna.

—¡Qué le bajes el molesto volumen antes de que sufre de un terrible malestar en mi cabeza y se me haga difícil concentrarme en la escuela!