Extra 6

23 6 0
                                    

Hyeongjun y yo teníamos 21 años ya aún no lo había marcado por decisión de ambos, pasamos la mayor parte del tiempo juntos en mi nuevo departamento, fue uno de mis obsequios antes de cumplir los 20 por mis padres, cercana a mi anterior hogar, condición que me enteré que puso mi papá Minnie para que pertenezcamos cerca. 

Sabía que la melancolía le pegaba fuerte en el pecho cuando deje de llamarlo papi, no es que no lo haga pero en general le digo papá. Ni que decir el día que me mudé, un mar de lágrimas se quedaba corto a su lado tuve que contenerlo por un buen rato, costo separarme de ellos de pasar a convivir con dos personas más a estar prácticamente solo aunque no todo el tiempo, Hyeongjun era mi ancla y mi hombro para llorar como niño. 

Fue él que me sostuvo el día que me fui a vivir solo. Siempre tendría un lugar en mi casa porque la considera mi casa de la infancia para toda la vida. Evitar no ir?. Eso nunca porque las veces que iba dormía en mi ex habitación que lucía exactamente igual que cuando viví aquí de adolescente decorada con tonos opacos y otro contrastando el más oscuro con un claro. Mis padres y yo cenábamos pizza y bebíamos cerveza salvó mi papá que hace dos meses me dijo que esperaba a su segundo hijo. Me emocioné porque bueno tendría a un hermano o hermana a quien cuidar de lobos atrevidos, y lo más importante que veía feliz a mis padres y eso subía a tope mi felicidad. 

Creo que en algún momento entenderé a papá, porque cuando era pequeño hasta ahora me cuidaba posesivamente, esa sobreprotección, porque más allá de que el nuevo integrante de la manada y mi familia principalmente crecía en ese abdomen que ya se notaba teniendo 4 meses de vida , que le haría la vida imposible con mis celos ya que me sentía posesivo en este momento. 

Cuidaba a mi papá de que no hiciera fuerza, que no moviera una mano al cargar las bolsas del supermercado o cosas simples como lavar un plato. Mi padre decía que papá me observaba baboseándose de amor por mi, enternecido por mi actitud y los cambios de humor al afectarlo junto con mi trato lloraba como una magdalena.

La vez que nos quedamos solos en la tarde bebíamos un café y un te manzanilla con unos pastelitos horneados que hice para mi papá, de durazno porque sus antojos principalmente era esa fruta o lo que contuviera ya sea pastel, caramelos, etcétera. Hablo conmigo para decirme que yo sería su bebé de por vida que no le importaba que tuviera 50 años, su bebé para él nunca crecería. Me dijo las palabras justas y más hermosas que jamás oí. Lo abracé y llore en su hombro, le dije también lo que significaba para mí, que era el mejor papá del planeta y que aunque todo el tiempo le decía que no era un niño reconoció que lo era. Palabras que penetraba el corazón de mi papá, no sé cuánto le habré hecho llorar. Concluimos con un tipo de abrazo raro por su abdomen porque aunque no estuviera enorme me daba miedo apretarlos y lastimarlos.

Nunca le comenté a mis padres pero sentí su aroma más elevado mezclado con otro. Supe que podría llegar a ser pero quería que ellos me lo dijeran.

Cómo no ser feliz cuando puedes ver a tus propios padres con un sonrisa embarrada en sus rostros por el nuevo cachorro?. Más aún cuando me ponía feliz porque tendría a un hermano/a, a quien molestar pero lo amaría con toda mi vida. Además lo protegería porque ese sería mi papel de hermano mayor aparte de hacerle la vida imposible.

Así que querido hermanito ahí dentro de ese delicioso calor estaré esperando por ti para darte amor, volverte loco, molestarte y hacerte enfadar mucho. 

Nuestro futuro cachorro - Hyunghyuk Donde viven las historias. Descúbrelo ahora