Prólogo.

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Su mirada estaba perdida en el techo pálido de su habitación, el dolor punzante de su cabeza lo había empezado a molestar desde que terminó de llorar por segunda vez. Un suspiro cansado escapó de sus labios mientras se giraba sobre su cama arrugando sus sábanas y crubiendose más con ellas.

El sonido de la música en sus auriculares sonaba leve, no tenía derecho de llorar y probablemente se veía ridículo haciéndolo pero desde que se enteró que Auron estaba saliendo con alguien más no pudo evitar sentirse miserable por no haberle dicho sobre sus sentimientos antes, ellos habían sido amigos durante mucho tiempo y el había empezado a desarrollar sentimientos por el castaño desde hace un año y estaba muy seguro de que el de ojos bicolor sentía lo mismo por él.

De todas formas debía haberlo supuesto no era normal que el castaño suspendiera sus salidas ni que tampoco sé la pasará hablando tanto de el chico que había conocido en clase.. Debía haberlo supuesto, debía haberse preparado para esto.. Auron no lo quería de esa forma, era un completo idiota.

Sus ojos se llenaron de lágrimas mientras se abrazaba a sí mismo enrollandose nuevamente entre sus sábanas. Esto no tendría que afectarle tanto, esto no estaba bien. La música de sus auriculares pararon y su celular empezó a vibrar llamando su atención.. ¿Quién podría ser esta hora?.

Tomo el celular entre sus manos de manera temblorosa, al ver el nombre se sintió algo preocupado, contesto la llamada tratando de calmarse lo mejor que podía, respiro un par de veces tratando de que su voz saliera lo más natural que pueda.

- ¿Quackity?.. ¿Estás bien?.- Su voz salió débil de sus labios pero decidió no darle importancia, esperaba una respuesta del menor que estaba al otro lado de la línea.

- Lusssssu, se que sonará raro pero como no contestabas mis mensajes en toda la noche yo.. Aguanta que me quedo sin aire..- El castaño podía escuchar la respiración agitada del de gorro, no sabía que estaba pasando, era tarde y parecía que el menor estaba fuera de casa.- Ya.. Ya tengo aire.. uff, me estaba persiguiendo un pitbull.. Como te decía, no respondías y yo pos estoy afuera de tu casa.- Después de murmurar lo último solto una risita nerviosa.- Por favor ven antes de que vuelva ese pinche pitbull, Lusu..

El castaño abrió los ojos sorprendido al escucharlo, se sentó en su cama, importándole poco la forma tan demacrada que se veía y que hace algunos segundos estaba llorando. Sabía que a esa hora no podía a abrir la puerta ya que probablemente sus padres lo descubrirían metiendo al menor dentro de su casa.- ¡Quackity!.. pero como vienes hasta aquí, tío.. Es la una de la mañana, estás loco..- Lo regaño susurrándole mientras suspiraba cansado, se levantó tambaleándose un poco, estaba un poco mareado por haber llorado pero nada de preocuparse.- Ven hacia mi ventana, no puedo abrir la puerta así que trata de subir por aquí.- Murmuro acercándose a la ventana, la abrió con cuidado tratando de no hacer mucho ruido.

- Ya voy, Lusu.- el de cabello azabache camino con cuidado hasta la ventana del castaño.-Lusu una vez el novio de mi prima se coló a la casa así y mi tío lo baleo.-hablo soltando una risa mientras se quedaba frente a la ventana del oji-carmin, ahí lo vio con una expresión confundida ante lo que le había dicho, soltó una risa mientras apreciaba al chico que todavía intentaba descubrir que había tratado de decir el mas bajo.

- ¿Que?..- Murmuro confundido el mayor haciendo que el de gorro volviera a reír, inconscientemente una sonrisa se formo en sus labios, a pesar de no haber entendido la risa del menor era contagiosa para el.- Joder, tio.. Ya, ven Quackity que te ayudo a subir.- Murmuró poniendo su teléfono entre su hombro y su mejilla.

- No, no, tranquilo, Lusu.. Creo que puedo subir, voy a cortar, precioso.- Susurro con diversión mientras soltaba una risita para luego colgar la llamada y guardar su teléfono en uno de sus bolsillos, su condición física era una mierda pero haría el esfuerzo por subir sin hacer un desastre.

El castaño quito el celular de su hombro y su mejilla, hace poco que había empezado a acostumbrarse a los apodos que le ponía el extranjero. Se asomó por la ventana viendo como el de gorro saltaba tratando de alcanzar el borde que sobresalía de la pared, una risa escapó de sus labios, le daba gracia que el menor fuera un poco más pequeño que él.

Luego de un par de intentos más por parte del oji-nergro alcanzó el borde.- Eso es Quackity.- Felicito el de ojos rojos viendo como el menor soltaba una risa, vio como se le complicó subir, extendió una de sus manos que rápidamente fue tomada por el de baja estatura.

El castaño jalo de su mano metiéndolo a su habitación con algo de dificultad.- Verga, me voy a caer, Luzu.- hablo el menor aferrándose al cuerpo del más alto el cual solo atino a reír, había olvidado por completo el por qué había estado llorando minutos atrás.

- Eres un dramático, Quackity.- Volvió a reír mientras sus manos se quedaban en la cintura del más bajo dándole estabilidad.

- Shh, callate, Lusu.. Ahora me vas a decir por que chingados no contestabas mis putos mensajes.- Alzó la voz frunciendo el ceño para luego suavizarse jugueteando con el polerón negro que llevaba el más alto.- ¿Hice algo que te molesto?..- Murmuró con temor mientras levantaba su mirada fijándose de cerca el rostro del oji-carmin, era complicado verlo, toda la habitación estaba oscura y la única luz que entraba era por la ventana.

Frunció el entrecejo al ver los ojitos hinchados del mayor a todo esto el más alto estaba nervioso, la pregunta le había recordado por qué había estado sintiéndose tan mal en toda el dia, un suspiro entrecortado escapó de sus labios dejando que el menor lo examinará con la mirada.

- ¿Estuviste llorando?.. Luzu, ¿Que paso?..- Lo miro levantando una de sus cejas, estaba enojado, alguien le había hecho algo al castaño, alguien había hecho llorar a su rayito de sol.

El más alto evitó el contacto visual con el menor, un nudo en su garganta se había formado otra vez, quería decirle lo que había pasado pero sentía vergüenza de aquello, tal vez estaba exagerando. Mordió un poco su labio inferior enviando aun el contacto visual, sus ojos se habían cristalizado un poco otra vez.

El de gorro solo miro la manera en la que se estaba comportando, había pasado algo, no estaba seguro de que pero estaba preocupado, suspiro un poco, dar apoyo emocional no era lo suyo pero el castaño era importante para el, desde que se conocían el castaño le había hecho saber que podía confiar en él, con el sentía que encajaba bien.

Suspiro de manera suave, soltó las mejillas del mayor y lo rodeo por el cuello abrazándolo con fuerza.- Está bien que no quieras decirlo.. Pero quiero que sepas que yo estoy aquí, yo voy a estar para ti siempre que me necesites..-Murmuro bajito sintiendo como el más alto lo rodeaba por la cintura aferrándose a el.

No tardó mucho en escuchar los sollozos suaves y leves del castaño, en todo el tiempo que llevaba conociéndolo jamás lo había visto así y de algún modo hacía que el también se sintiera mal, suspiro suavemente mientras acariciaba un poco la espalda del mayor tratando de darle confort.

— Luzu.. ¿Quieres que me quedé contigo esta noche?..- Susurro otra vez separándose un poco para poder verlo, con una de sus manos acarició la mejilla del más alto secando sus lágrimas en el proceso.

El castaño lo miro avergonzado para luego asentir suavemente, puso una de sus manos sobre las cálida mano del menor. El de gorro le dio una pequeña sonrisa acariciando con cariño la mejilla del mayor.

En ese momento no sabía muy bien que hacer pero estaba seguro de que iba a quedarse una y mil veces si el de ojos carmesí se lo pedía.










- No se si esto realmente cuenta como un prologo pero aquí se queda, gracias de antemano por todos sus votos y comentarios. Nos vemos pronto<3

𝙎𝙩𝙖𝙮. (Luckity)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora