One-Shots | Kiribaku

Pequeño Híbrido (Parte 1)

· +18 (en la parte 3) Kirishima seme- Bakugou uke

· Bakugou 6 años (híbrido gato)

· Kirishima 27 años (empresario)

· AU Quirkless

El pequeño híbrido no entendía que estaba pasando, desde la mañana su dueño le había dicho que lo esperara en esa esquina sin moverse. El problema era que estaba anocheciendo y aquel hombre no volvía. Mientras abrazaba su peluche de All Might para consolarse notó como el cielo parecía a llenarse de nubes y unas pequeñas gotas comenzaban a caer. Eso lo hizo preocuparse, dónde estaba su dueño y por qué lo estaba haciendo quedarse debajo de la lluvia. A los pocos minutos llovía con mucha intensidad, además notó que había comenzado a llorar, el terror cruzaba por todo su cuerpo, estaba sólo, mojado y con frío en la noche. Con miedo de no saber lo que iba a ocurrirle.

Mientras tanto en un edificio cercano un pelirrojo se estaba arrepintiendo de haber dejado su auto tan lejos de su oficina, a la mañana el día estaba agradable por lo que no le preocupó dejarlo lejos ya que lo aprovecharía como una pequeña caminata, pero ya de noche y con una lluvia torrencial cayendo no lo pareció tan buena idea. Tomó una profunda respiración y salió corriendo lo más rápido que pudo para llegar hasta su vehículo. El traje le dificultaba poder avanzar cómodamente y las veredas estaban muy resbalosas como para ir a toda velocidad, sin tomar en cuenta lo que pasaba a su alrededor, hasta que sin querer choca con algo y hace que ambos caigan al suelo.

—¡Auch!— se quejó el pequeño cenizo mientras intentaba levantarse.

El adulto se dio cuenta que había chochado a un cachorro híbrido y rápidamente lo ayudó a pararse, aunque se le hacía raro que un gatito tan pequeño estuviera solo por aquella zona.

—Lo siento pequeño, no te vi—menciona el empresario muy apenado.

—*sinif* está *snif* bien— contestó el híbrido entre sollozos.

—¿Oye por qué lloras?— peguntó el contrario.

—M-mi dueño me dijo esta mañana que lo espere aquí...y todavía no a-aparece—intentó hablar lo mejor que podía.

El pelirrojo no necesitaba ser un genio para saber lo que estaba sucediendo, pero no tenía corazón para decirle al pequeño gatito que lo más probable era que su dueño lo había abandonado, además se dio cuenta que éste no contaba con el collar y la identificación que era obligatoria para todos los que adoptaran un híbrido.

—¿Cómo te llamas pequeño? — cuestionó el adulto.

—K-katsuki— respondió, ya había dejado de llorar pero ahora estaba temblando de frío.

—Bueno Katsuki, yo me llamo Kirishima, ¿Por qué no vienes conmigo?, debes estar muy cansado después de estar todo el día aquí— habló Kirishima intentando llevarse a Katsuki con él.

—Pero y si mi dueño vuelve y no me ve— menciona el híbrido preocupado.

—En ese caso el podrá llamarme y yo te traeré de vuelta con él, lo prometo— lamentablemente tuvo que mentirle para tranquilizarlo.

­—Está bien, entonces iré contigo— dijo finalmente con una pequeña sonrisa.

El adulto rápidamente cargó al pequeño en sus brazos y lo cubrió de la lluvia con su saco. Corrió rápidamente hasta su auto y se dirigió a la veterinaria que atendía su amiga Mina, ella seguramente lo ayudaría con Katsuki quien se había quedado dormido a mitad de camino, seguramente por todas las emociones que había tenido aquella tarde.