One-Shots | Kiribaku

Secreto en la Oficina

· +18 bakugou uke- kirishima seme

· Baugou 23 años (secretario soft y un poco nerd)

· Kirishima 27 años (jefe de la empresa)

· AU Quirkless

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Bakugou Katsuki era el secretario de uno de los empresarios más importantes de todo Japón, el famoso Kirishima Eijirou uno de los hombres más importantes e influyentes del país.

Kirishima era dueño de la cadena de empresas Red Riot y para lograr que una sola persona maneje todo y no se pierda de ningún detalle necesita ayuda, y ahí es donde entra el cenizo. Bakugou no sólo era eficiente, era el mejor, logró entrar por tener el mejor promedio en su universidad. No sólo era su secretario era la persona que le organizaba la vida al pelirrojo. Le recordaba sus reuniones, sus viajes, le redactaba sus discursos, hacía sus recados e incluso le resolvía problemas de su vida personal.

Por su eficiencia y responsabilidad el menor era la adoración de su jefe, el pelirrojo no había podido pedir un mejor secretario. Aún recuerda la primera vez que lo vio llegar a la oficina y presentarse, era tan adorablemente tímido que el mayor jura que se hubiera muerto de ternura, pero cuando observó esos hermosos ojos rojos como rubíes escondidos tras unos lentes de marco grueso supo que el cenizo era un diamante en bruto de la belleza. En cada oportunidad que tenía lo invitaba a cenar y le coqueteaba, no solo fuera si no dentro de la oficina también, pero claro el chico era muy inocente como para darse cuenta de las dobles intenciones de su jefe, lo que hacía que lo deseara aún más.

Claro que el resto de sus compañeros de trabajo notaron la preferencia del pelirrojo por su tierno secretario por lo que rápidamente se ganó el rencor de sus pares. Claro que el cenizo prefirió hacer como que eso no le afectaba, aunque por supuesto nunca entendió el odio hacia su persona y simplemente se dedicó a hacer su trabajo lo mejor que podía.

—Señor Kirishima aquí están los reportes que me pidió y las copias ya fueron enviadas a sus inversores, aún quedan por confirmar sus respuestas para la reunión de la semana entrante— menciona parado frente al gran escritorio de su jefe.

—Muchas gracias Katsuki, pero ya te dije muchas veces que me digas Eijirou— le responde con una sonrisa tomando los papeles que el contrario traía.

—Lo siento, ¿Desea algo más?, podría traerle un café si gusta— dice tímidamente.

—Claro eso me gustaría— termina de decir para volver a su trabajo.

El cenizo sale de la oficina y va a la cafetería del edificio para servirle un café al pelirrojo, incluso ya sabía el tipo de café que más le gustaba, Kirishima nunca se lo dijo pero no fue difícil de adivinar cuando lo vio por tres días seguidos prepararse un café con extra crema y salsa de caramelo. Siempre al momento de entregárselo recibía un halago del mayor que hacía que sus mejillas se ruborizaran, con ese pensamiento en su mente se dispuso a caminar con una sonrisa algo tímida.

Estando a escasos metros del despacho de su jefe se topó con Monoma Neito, él era uno de los que peor trataba al cenizo humillándolo cada vez que podía, pues no sólo porque Katsuki ganaba mucho más dinero sino porque estaba celoso del trato preferencial que tenía el menor con Kirishima.

—Vamos ve a llevarle el café al jefe como la perra arrastrada que eres, seguramente se la tuviste que chupar excelentemente para conseguir ese puesto— menciona con altanería.

—D-disculpa, pero y-yo no...— al pobre cenizo no le salían las palabras, sentía ganas de llorar por los falsos comentarios de su compañero.

—Ahórrate tu teatrito de mosca muerta, zorra— le responde para luego chocar contra él y hacer que Katsuki accidentalmente se tire el café encima manchando su camisa.