Capitulo 20

1.5K 161 8
                                    

Cuando se preparaban para dormir el Uzumaki tumbó a Sasuke en la cama, colocándose sobre él — Entonces tendremos cuatro enanos — acarició su mejilla con suavidad.

— No son enanos... Pero sí, van a ser dos, me voy a poner todo redondo y voy a parecer albóndiga, como tú no eres el que se levanta a vomitar estás muy contento — formó un puchero pero no se movió.

— Pues sí te pones así, seguirás igual de lindo — solo un suspiro besándolo antes de ir a su lugar en la cama.

— Se nota que no me conoces, en el embarazo de Sarada a penas y subí dos kilos.

A Naruto le sorprendió la respuesta de su novio, se sentó en la cama y lo miro fijamente — Sasuke...tenía planeado esto hace tiempo — se volteó a buscar algo en el cajón de la mesa de noche sacando una cajita.

Cosa que hizo que el azabache prestará atención — ¿Qué es? — preguntó señalando eso que traía entre manos.

— Una caja — la puso frente a él haciendo que se sentará de inmediato — Iba a hacerlo en un mejor momento pero ya me diste una sorpresa hoy con que vamos a tener dos bebés — abrió la cajita dejando ver un anillo con pequeñas piedras moradas.

—¿ Te quieres casar conmigo? — esperó la respuesta que parecía venir en cámara lenta, solo siento como Sasuke se lanzaba contra él dándole un beso.

— ¿Eso es un sí? — sujetó su cintura acomodándose en la cama de nuevo.

— Claro que sí — murmuró emocionado antes de que su mano fuera sujetada para colocar el anillo.

— ¿Vas a querer una boda grande? — alzo las cejas divertido por la actitud que había tomado su pareja.

— Podemos firmar solo los papeles, una boda tarda mucho en plantearse y me voy a ver gordo si esperamos — infló las mejillas como puchero.

— Entonces solo firmamos — murmuró totalmente embelesado — Eso se pude arreglar en menos de un mes — sonrió pícaro hacia el azabache con otras intenciones pero en lugar de recibió lo mismo, solo sintió otro beso en los labios para ver cómo Sasuke se recostaba a dormir.

— Te amo Sasuke — se colocó a su espalda abrazándolo por el estómago.

Tan rápido habían pasado unas cuantas semanas de aquello, Boruto seguía visitando a Hinata, siendo honestos el pequeño no mostraba verdadero interés, cada que volvía a casa se alegraba muchísimo más de ver a Sasuke y claro que frotaba su cabeza contra el ahora abultado vientre del Uchiha.

Naruto, por su parte estaba fascinado por ver a Sasuke embarazado, se veía muy lindo; aunque había veces en las que lloraba sin motivo alguno o se iba con los pequeños todo el día a estar con ellos.

Parecía una bomba de tiempo,aveces se podía reír por lo que decía y otras se enojaba sin motivo, incluso lloraba, era divertido, eso había que admitirlo pero no siempre.

Últimamente no podían salir mucho en auto porque los síntomas del embarazo eran algo fuertes, Sasuke se mareaba rápido y vomitaba mucho.

— Sasuke ¿Qué vas a querer de la tienda? — preguntó colocándose unos zapatos, los antojos también eran pan de cada día, hace una semana sin falta que el Uchiha se despertaba durante la madrugada queriendo comer algo, por lo que Naruto siempre tenia que ir a la tienda de autoservicio por lo que necesitara.

— Quiero un helado de chocolate con menta, una bolsa grande de las gomitas picosas que venden, un jugo de frutas, ah, y un ramen de esos que pican — murmuró sentado en la cama, moviendo sus pies de atrás hacia adelante.

— Está bien , en un rato vuelvo, no te levantes para nada de la cama — se acercó hasta él para recostarlo de nuevo y cubrirlo con la manta — Quédate quieto — susurró juntando su frente con la suya.

Apenas salió de la casa, emprendió la carrera de todos los días, incluso la chica del mostrador se reía cada que lo veía entrar, Naruto estaba seguro que pronto le darían un cupón de descuento por ser cliente frecuente.

El azabache se levantó de la cama con cuidado y fue a ver a los pequeños, primero yendo al cuarto de Sarada, viéndola dormir tan plácidamente, se acercó para poder cobijarla, seguido de eso, fue hasta la habitación de Boruto, entreabriendo la puerta, notando que dormía igual de mal que Naruto.

— Eres igualito a él — se acercó para acomodarlo, haciendo que se despertara.

— Shh, tu duerme — lo cobijo bien y espero a que volviera a quedar dormido para salir del cuarto.

Debía admitir que no le gustaba que Naruto saliera de la casa por comida para él, pero le parecía bastante tierno que se preocupara tanto.

Cuando menos lo esperó se abrió la puerta de la entrada dejando ver a Naruto con un par de bolsas.

—¿Que haces de pie? — alzo una ceja caminando hacia la cocina — Te dije que te quedarás en el cuarto — Lo regañó en cuanto subió al cuarto.

— No me gusta estar tirado, estoy embarazado Naruto, no soy un enfermo terminal — entró a la habitación y espero a que le entregará su plato de helado.

— Está bien, pero no te levantes tan brusco Sasuke, por eso te mareas — lo llevó a la cama para hacerlo comer lo que pidió — ¿Sabías que te ves muy bonito así? — admitió enamorado.

— ¿Así cómo? — preguntó dando un bocado a su razón de helado.

— Pues embarazado tteba — se sentó a su lado — Quien diría ahora tenemos una familia — esperó a que terminara de comer para abrazarlo como si su vida dependiera de eso.

— Yo tampoco me imaginé que un rubio cabeza hueca fuera el padre de Sarada y ese mismo sujeto ahora me hiciera otros dos hijos — soltó una pequeña risa volteando en dirección a su prometido.

— Hasta mañana  Sasuke — no escuchó respuesta alguna y cuando decidió mirar su rostro ya estaba de nuevo dormido.

Ese azabache como le daba tranquilidad y ternura, Sasuke es la definición de lo mejor que pudo pasarle en su vida amorosa.

El amor llegó a papáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora