P.O.V. Remus
-Vamos Remus, no seas aguafiestas, Tony ha dicho que habrían muchas chicas, este vejestorio hace años que no se divierte con una niña – mi mejor amigo guiño el ojo, lo cual era patético para mi gusto.
-Voy a pensarlo.
-Si como no.
-Bien, iré, aunque debo admitir que reunirme con un grupo de adolescentes ebrios y hormonales no me apetece en lo más mínimo.
-Suenas como si no fueras uno de ellos – se mofó Samuel.
-Sabes bien que no lo somos.
-Bueno, esta bien, pero al menos lo aparentamos, oye cada vez estas más amargado, piensa en que ella no quedría que estuvieras así.
-No la metas a ella – exclame furioso sosteniendo del cuello al que se suponía era mi mejor amigo.
-Tranquilo, no volveré a mencionarla, pero Remus sin duda necesitas relajarte, se que has buscado por mucho tiempo pero tienes que parar con esa obsesión.
-Era una niña Samuel, era solo una niña cuando la vi.
-Y te prometo que tarde o temprano vamos a encontrarla, Remus encontraremos a tu luna, pase lo que pase, lo prometo – tocó mi hombro, tratando de darme consuelo.
Durante al menos 19 años había estado buscando el paradero de quien sabía a ciencia cierta era mi mate, cuando descubrí quien era ella para mí, era solo una pequeña criatura de a lo mucho dos años de edad, mi familia y los seguidores de mi padre habían emigrado hacía Rusia, tratando así de alejarnos de los arrebatos de mi tío Damián sobre obtener el título el cual había sido heredado de mi abuelo a mi padre, papá no solía ser un hombre de armas tomar y la debilidad que sentía hacia su hermano lo hacían sentir empatía por él, una que por desgracia acabo cegándolo a tal grado de que casi pierde la vida en un arrebato de mi tío, fue el momento en que en ese transcurso percibí el aroma más exquisito, jazmines y menta, cuando busque de donde provenía esa exquisita fragancia descubrí a la niña más hermosa, una bebé que apenas y podía decir un par de palabras, balbuceaba y reía jugando con un peluche de un pato color rosa, su risa logró que mi corazón se detuviera por un momento, solo para sincronizar su ritmo cardiaco al mío, después de tanto tiempo finalmente la había encontrado y ahora no sabía ya nada sobre ella.
P.O.V. Nina
D siempre hacía que todo el mundo la viera, ella amaba la atención, yo en cambio odiaba serlo, no es como si alguna vez pudiera serlo al lado de ella, pero bueno, estaba junto a ella y por ende todos nos observaban a nosotras.
-D deja de hacer eso, es vergonzoso – susurré algo apenada, pero Diana parecía disfrutarlo, seguía cantando muy desafinadamente para mi oído musical una canción de Nirvana, en un pésimo y quizá inexistente ingles.
-Jajajaja o Nina eres tan amargada – rio a carcajadas y me abrazó.
-Ya basta D, vas asfixiarme.
-Francamente eso me vale, oh mira Nina es Trevor, Trevoooooooor – gritó desgarrándome mis tímpanos, entonces ella corrió a abrazar y besar como dije a su ammm novio, amigo, yo que sé.
-Hola chicas – Trevor se vio interrumpido por el beso de mi prima.
-Hola Trevor, gracias por venir por nosotras.
-Es lo que menos podía hacer por ustedes.
-¿No es un amor? – Diana lo abrazo y volvió a besarlo y yo bueno, mmmm termine cargando las maletas de ambas.
-¿Tienen planeado algo esta noche? Aún es temprano y podríamos ir a una fiesta, un amigo de por aquí esta organizando una fiesta para el... para su primo, que dicen, porque no vamos.
-Siiiii
-No, gracias
-Pero porque no Nina, vamos nena no seas aburrida.
-Porque prefiero estar tiempo con Nana, además estoy algo cansada.
-Sigue así por lo de Héctor verdad
-Trevor – Diana codio a su novio pero era tarde, yo ya lo había escuchado.
Nana nos había dejado una nota en donde pedía disculpas para el caso de que nosotras llegaramos antes de que ella, lo cual ocurrió, decía que era noche de bingo y que estaba con unas amigas a unas cuantas calles, Diana estaba desesperada por salir con Trevor a la supuesta fiesta así que no dijo mucho, yo solo me puse un poco comoda tumbándome en el sofá y encendiendo el televisor para ver cualquier cosa.
-¿Enserio no piensas ir? Conocer chicos te hará olvidar a ese idiota.
-No, gracias, conocer chicos es lo último que quiero ahora.
-Bien, entonces me ayudas, quiero verme guapa.
-D tú ya eres guapa.
-Sí pero quiero más, quiero que cuando sus amigos de Trevor me vean le tengan envidia grrrrr.
-Jajajaja por dios Diana estas loca, venga vamos te ayudare a maquillarte.
Diana era una rubia hermosa, y como era una fiesta de noche, le ayude con un maquillaje más cargado al que ella acostumbraba usar.
-Luces muy guapa – afirme y ella sonrió.
-Sabes como luciría más guapa – sonrió y observó mi maleta.
-Venga, que quieres que te preste.
-Nina, esa chaqueta negra que tanto me facina, puede ser mía solo por esta noche.
-Claro, no tengo problema.
P.O.V. Trevor
Diana era mi mate, estaba feliz de haberla encontrado, les había anunciado ya a los miembros de la manada, quienes estaban anciosos por conocerla, y aunque se que a todos les hacia gracia la noticia, sabía que a Remus no tanto, Remus era mi primo, y lo quería incluso más que a mi propio hermano, el me había asegurado que le daba gusto por lo de Diana pero sabía en el fondo que el deseaba encontrar a la suya también, y por eso estaría quizá un poco amargado en la fiesta, no quería que incomodara a Diana, pero tampoco quería que se incomodara él.
Cuando pase por las chicas, como era de esperarar solo Diana estaba lista, Nina seguía recia a no acudir, odiaba los eventos sociales, era definitivamente todo lo contrario a Diana, seguía dolida por lo de su mejor amigo, Héctor era su nombre, no me desagradaba en lo absoluto, de hecho era buen tipo, pero, de verdad después de 10 años, ¿aún no notaba los sentimientos de Nina? Quizá si lo sabía pero no estaba interesado y solo por ello la había ignorado.
-Esta bien Nina, igual puedes mandarnos WhatsApp si cambias de opinión y vendremos por ti. - ofrecí, ella solo asintió, era más obvio que nada que ni cambiaría de opinión, sentía un poco de lástima por ella pero no arruinaría mi noche, quería presentar a mi mate a los chicos.
Cuando llegamos todos comenzaron a ser muy atentos con Diana, eso me tranquilizó ya que quería decir que la aceptaban en la manada; sin embargo Remus actuó de una forma extraña y decirlo de él era demasiado, comenzó a olfatear por todos lados, Diana incluso se puso incómoda y yo me tense un poco.
-¿Qué demonios sucede contigo hermano? - Samuel pregunto al Alfa, sin embargo Remus seguía distante parecía que incluso no nos escuchaba.
-La chaqueta - exclamó, arrastrando las palabras como si estuviera poseído.
-Dame la chaqueta - gruño, Diana temblorosa se posicionó tras de mí, mi lobo tomó el instinto de protección hacia ella, y aunque Remus fuera mi Alfa, ella era mi mate y no permitiría que la tocara, así que me puse entre ambos, en posición de combate.
-La chaqueta, la quiero ¡ahora! - exigió.
-Solo denle la chaqueta, no se que demonios pasa con él -Samuel intervino tratando de evitar una pelea.
Diana se quitó la chaqueta y entonces se la entrego a Samuel y este a su vez a Remus.
-Mi prima va matarme, es su favorita - Diana susurró y entonces entendí la reacción de Remus, quizá Nina era la razón de su comportamiento, no podría ser, ¿o sí?.
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Hold on Love 🐺💕
Hombres LoboProbablemente si no hubiera salido esa tarde todo sería diferente, si lo sé, ya era demasiado tarde para pensar en ello. De todas formas no solía acudir a esas fiestas y si lo había hecho era para celebrar el cumpleaños de mi mejor amigo, aunque era...