Capítulo 2: La cafeteria fantasma

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Ya era jueves y eso solo significaba una cosa: Película. De Terror. Con. Eider
Ah y encima de noche,¿no podía haber sido de día? Al menos estaba con alguien,eso era mejor que estar sola.
¿No?

Me levante de la cama de un salto por que sabía que sino no llegaría al instituto, aún que tampoco es que me gustara ir eh.
Me pegue una ducha rápida y me prepare un café con leche. De ropa opte por una camisa larga y unos vaqueros cortos.
Me puse mis aros y un poco de gloss,así al menos no daba asco.

Antes de salir me puse un poco de perfume.

Ese día me dio por arreglarme un poco más de lo normal, valeeeee, lo admito, tampoco quería darle asco a Eider ¿vale? Solo eso. Asco.

Salí de mi casa y me encontré con Eider así que nos fuimos juntos a clase
—Me acabó de acordar que no tengo tú número Griffin.
Le pase mi numero para estar conectados por si acaso y continuamos nuestro camino.

—Eider ¿Aún sigue en pie lo de la película?
—Sí ¿estás asustada?

Disimula Eli,disimula.

—Eh que va, ¿tu si?
—¿Yo? anda acelera el paso que no llegamos

***

—Déjame elegirla a mí, porfi porfi

Puse mi mejor cara de gatita asustada para que me dejara a mí elegir la peli y así por lo menos saber lo que venía.
Eider cogió su portátil y se lo puso en el regazo,habíamos decidido tumbarnos en su cama así que yo me puse a su lado. Teníamos para comer palomitas y unos refrescos por si acaso.

La casa de Eider era muy grande, tenía cinco habitaciones y tres baños.

—De eso nada Griffin
—¿Cuando dejarás de llamarme así?
No es que me encantara mi apellido pero en realidad me gustaba como sonaba con su voz.
—Nunca

Se rió de mi

—Bueno ¿entonces vemos "it"?
—¿Tengo otro remedio?
—No
—En ese caso... está bien

Nos pusimos a ver la película y a los 10 minutos ya estaba cagada de miedo. Esperaba que no se notara mucho, porque no me apetecía que él pensara mal de mi.

El puto payaso apareció de repente y me dio un susto tan grande que sin querer (lo juro que no lo hice a posta) me agarré al brazo de Eider.

A claro que él lo tuvo que notar.

—Miedica -dijo burlándose
—Oh callate
—Me estas apretando el brazo
—¡Lo siento! no me di cuenta

Se puso a reír
¿Como es que su risa era jodidamente contagiosa?
No puede evitar reír.
Ah y esbozar una mini sonrisa.

Genial en medio de la película me tiene que entrar a mí ganas de mear. Claramente no iba a ir sola,el pasillo estaba bastante oscuro y pasaba de arriesgar mi vida,miré hacia la puerta,asustada.

—Eider..
—¿Ya te asustaste?
—No es eso,es que.. -tome aire- tengo que ir al baño
Mierda ya me había sonrojado

—Pues ve
—No puedo,tengo miedo ¿Podrías acompañarme?
—Venga vamos,te cubro las espaldas.

Parecíamos ninjas en acción pero al menos conseguí llegar sana y salva.

***

—Eider ya es tarde,debería irme a casa
—No,a estas horas no hay nada bueno afuera,quédate a dormir
—Pero... no quiero molestar.. y ni siquiera tengo pijama
—No molestas,acompáñame creo que tengo algo comodo y pequeño por ahí.

Jugando a dos cartasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora