Capítulo 1

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Y ahí estoy yo, el primer día de instituto caminando como un pato mareado. Sí bueno, así era yo, un completo desastre de pies a cabeza. Una adolescente insegura, de ojos marrones, pelo castaño y largo; y un poco rizado si es que eso importa, era muy delgada así que me podían empujar sin mucho esfuerzo.

Ese día tuve la maravillosa idea de ponerme un top blanco bastante corto y unos pantalones vaqueros, simple pero se podía decir que me quedaba bien; nunca he sido una persona con mucha autoestima pero poco a poco iba mejorando.

Pero claro, nada más entrar al instituto noté como los estudiantes empezaban a mirarme. Quizá era por que olía mal, no, imposible, ese día me había bañado. ¿Sería por mi físico? ¿Mi cara? ¿Mi cuerpo? Ni idea pero las miradas me hacían sentir un poco insegura así que lo único que hice es ir corriendo al baño. Llevaba un poco de maquillaje así que igual con suerte podría arreglarme algo.

Entre al baño y escuché ruidos extraños, no me gusto nada. Había una estudiante encerrada en un baño y parecía que estaba llorando.

—Oye,¿Estas bien? -dije abriendo un poco la puerta- tranquila,no soy un dinosaurio,ni un monstruo.

Vale lo admito, mis chistes no eran buenos, y tampoco daban risa.

—No te acerques -susurro la voz entre sollozos.
—Pero,quiero saber que te pasa .
—Mmm -se lo pensó- pasa..

Entre al baño,había una chica,seguramente de segundo año como yo. Me sorprendió que estaba tirada en el suelo,parecía mal de verdad.

La chica demasiado guapa como para que estuviera llorando, tenia unos ojos de color azul preciosos, su pelo era castaño clarito y muy liso,vestía un crop top blanco y una falda corta rosa, simplemente era perfecta.

—Oh que maleducada, me presento, mi nombre es Elissabeth Griffin, pero llámame Eli -dije
—Astrid
—Astrid...bonito nombre, ¿que te ocurre?
—Es..es una tontería, mi novio me termino de la peor forma posible,se burlo de mi delante de todos
—Oh, lo siento mucho

Le ayude a levantarse y le di un fuerte abrazó, la pobre chica estaba llorando sin parar

—Mira no te preocupes por eso,él no era para ti, no te merecía.
Ole yo y mis comentarios de apoyo. Era pésima, lo sé.
—Gracias

Se le había corrido el maquillaje así que se me ocurrió preguntarle si quería que le prestara algo

—¿Quieres algo de maquillaje?
—¿En-Enserio? Muchísimas gracias de verdad, no me vendría mal..
—No te preocupes,yo también me lo tengo que retocar

Saqué mi neceser de la mochila y le preste un poco de el maquillaje, aún que al final acabamos las dos riéndonos de lo mal que sabía maquillarme, al menos ya no estaba tan triste. Por alguna razón me alegré por ella, no me gustaba ver a la gente triste ni mucho menos sufrir.

Estuvimos unos 30 minutos hablando y después sonó el timbre y cada una nos fuimos a nuestra clase, a mí me tocaba historia así que rápidamente fui a mi taquilla y cogí lo que necesitaría. Ya no había ni rastro de Astrid pero me dijo que nos veríamos en la comida así que no me preocupe. Al menos ya tenia una amiga.

Allí todos los chicos eran guapísimos, eso había que admitirlo, eran casi todos rubios aun que también destacaban algún que otro moreno, todos estaban bronceados y en forma; eran los típicos hombres perfectos de las películas solo que yo a su lado no parecía guapa, si no una flipada de la vida. Estaba tan hundida en mis pensamientos que no me di cuenta de que me choqué con alguien.

Oh.Dios.Mio

—Oye, mira por donde vas -espeto el chico- me has tirado el móvil-.
—Oh,lo siento mucho,perdóname,yo...

Jugando a dos cartasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora